intercambio completo de gas en los pulmones. Puede resultar útil practicar utilizando aire normal para llenar la bolsa. Si alguna persona que padezca una enfermedad pulmonar está preocupada por la utilización de este método, deberá someterse a una prueba de función pulmonar (espirometría). Esta prueba indicará si este método es adecuado para ella. (Consulte la sección sobre la prueba de espirometría en este capítulo).
Es importante recapitular que el gas inerte, por sí mismo, no interactúa con el cuerpo. El nitrógeno, el argón o el helio no tienen sabor ni olor. Todos ellos se disipan rápidamente y no representan ningún riesgo para otras personas. Mientras que el helio y el argón se pueden detectar en la autopsia, no existe ninguna prueba que pueda revelar el uso de nitrógeno, por lo que este gas es útil para quienes no deseen que se establezca la causa de su muerte. Esto presupone que se retirará el equipo antes de que se “descubra” el cuerpo. En algunas jurisdicciones esto puede ser constitutivo de delito (interferir con un cuerpo o las circunstancias de una muerte), así que deberá consultar las leyes locales con antelación.
Diferencia entre hipoxia y asfixia
Hay mucha desinformación, en parte deliberada, sobre lo apacible y fiable que puede ser una muerte hipóxica feliz mediante una bolsa Exit de plástico. La afirmación más frecuente es que la bolsa causa la muerte por “asfixia”. Este término es ambiguo y necesita una aclaración.
La asfixia se produce cuando no entra oxígeno en los pulmones. Si esto es causado por una obstrucción mecánica de las vías respiratorias (por ejemplo, atando una cuerda alrededor del cuello o presionando la cara con una almohada), será aterrador. La gente luchará con sus últimas fuerzas para eliminar el bloqueo mecánico u obstrucción de su respiración.