Introducción a los fármacos Tolerancia a los medicamentos
La exposición a una droga en particular durante un prolongado período de tiempo puede a menudo llevar a desarrollar insensibilidad frente a ella. Si un medicamento se toma por un determinado propósito médico (p. ej., aliviar un dolor) uno puede descubrir que con el tiempo el mismo alivio ya solo se puede obtener aumentando la dosis. Esto se conoce como “tolerancia”.
Algunas drogas tienen una particular tendencia a producir este efecto. La respuesta del organismo a los opiáceos como la morfina o la petidina es un ejemplo de ello. Después de tomar morfina incluso por un corto período de tiempo, el efecto de una cierta dosis se reduce y son necesarias cantidades mayores para conseguir el mismo efecto calmante del dolor. La sensibilidad suele retornarle a uno después de un período alejado de la droga. Ello explica por qué muere accidentalmente gente que consume narcóticos ilegales como la heroína. Una persona que consume heroína pronto desarrolla tolerancia a ella. Si no son capaces de seguir consumiendo la droga –bien porque su suministrador ha desaparecido o porque han pasado una temporada en una institución, desarrollarán de nuevo su sensibilidad. En cuanto un nuevo suministrador ofrece el producto, su mayor sensibilidad aumenta el peligro de muerte accidental (para más información ver el capítulo sobre los opiáceos).
La tolerancia a un determinado producto puede ser un factor importante en el momento de elegir un medicamento para terminar con la vida de una persona. Si un enfermo grave ha estado tomando un medicamento durante tiempo y ha desarrollado tolerancia a este producto, la “dosis letal” necesaria para este medicamento puede ser más alta que la habitualmente referida.