Testigos presenciales describen la eficacia y el sosiego de la acción.
Es importante señalar que la concentración del monóxido de carbono debe ser suficientemente alta pues la exposición a niveles subletales puede causar severos daños irreparables. En la tabla queda claro que la muerte también ocurrirá a niveles mucho más bajos siempre que uno se halle expuesto suficiente tiempo, se recomienda que el método elegido genere concentraciones de más del 1% (10.000 ppm).
Con frecuencia no se hacen hallazgos clínicos que identifiquen este agente como la causa de la muerte aunque, a veces, la coloración roja de la sangre “venosa” da un color sonrosado a la piel del cadáver. Esta coloración puede indicar la causa de la muerte al médico investigador y su presencia se determinará en la autopsia. Si es importante que la muerte parezca “natural” (y la palabra “suicidio” no conste en el certificado de defunción), el envenenamiento por monóxido de carbono puede no ser la mejor opción.