nombramos albaceas y algunos de nosotros pagamos por adelantado los entierros), en consecuencia es de sentido común asegurarnos de que tenemos un plan sobre cómo podríamos desear morir. Sin embargo, para estar en condiciones de planificar la propia muerte, primero hay que conocer las opciones. Y eso significa información.
La cuestión del suicido
Cualquiera que haga planes para su propia muerte puede decir que planifica su suicidio. Aunque para algunas personas el suicidio sigue siendo un concepto desprestigiado, para un número creciente de personas mayores es un tema de gran interés y debate: es la manera de salir de una vida que el individuo podría considerar que no vale la pena vivir.
La gente que viene a los seminarios de Exit está convencida de la importancia de tomar la última de las decisiones: la decisión de morir. Todos ellos son muy conscientes de la necesidad de hacerlo bien. En este capítulo se analiza el fenómeno del suicidio en el marco del curso de la vida moderna y por qué el acceso a la mejor información acerca del fin de la vida es tan importante.
Una breve historia del suicidio
Con los años, la forma en que la sociedad contempla quitarse la propia vida ha variado enormemente. El suicidio no siempre se ha visto como el acto de una persona enferma y deprimida. En la antigua Grecia, los magistrados atenienses guardaban dosis de veneno para cualquier persona que quisiera morir. Solo era preciso un permiso oficial. Para los estoicos de la Antigüedad, el suicidio se consideraba una respuesta adecuada si los problemas de dolor, enfermedad grave o anomalías físicas llegaban a ser demasiado grandes.