En los casos en que la muerte sea claramente un suicidio practicado por un método establecido, la autopsia es improbable. Las autopsias son caras y solo se practicarán si ofrecen alguna ventaja clara. Aunque también pueden tener lugar, raramente, por razones políticas.
Aunque las autopsias van siendo menos frecuentes, no se pueden descartar (O’Connor, 2004). Si un enfermo grave toma una sobredosis de propoxifeno que le ha sido recetado y deja los envases vacíos en la cama junto con una nota de suicidio, hay muy pocas probabilidades de que se le practique una autopsia. Recuerde que si para usted es crucial una muerte indetectable y su familia está dispuesta a no acatarse a lo estrictamente legal, se debe de utilizar nitrógeno con la posterior retirada del equipo. Es la única opción absolutamente fiable.
¿Cómo proteger su testamento?
Como se ha comentado, la clase médica lleva tiempo argumentando que el suicidio es, generalmente, el resultado de una enfermedad psiquiátrica. Es como decir que suicida y racional son dos términos incompatibles que nunca irán juntos. Para ellos, si usted desea morir, sin importar el contexto, es porque no piensa usted con claridad.
Felizmente, la ley nunca ha seguido el camino de equiparar suicidio con enfermedad mental. Al contrario, los tribunales han determinado en un amplio abanico de casos que el suicidio, en sí mismo, no es indicación de enfermedad mental. En lo que a esto se refiere la ley no ve un impedimento en el suicidio. De hecho, algunas notas de suicidio se han tenido, incluso, por auténticos testamentos. Dos pájaros de un tiro, como se dice.