La mayoría de los fármacos utilizados para poner fin a la vida no dejan señales obvias. La muerte tomando Nembutal líquido o en polvo, es un ejemplo. La persona aparecerá como si hubiese sucumbido a su cáncer o enfermedad cardíaca. Pero tome nota de que existe una forma teñida del producto, el pentobarbital. Si se consume Lethobarb (la forma teñida) los labios de la persona aparecerán teñidos de verde, de donde viene el nombre de “sueño verde”. Los labios verdes son el regalito (perdón por la broma) que acompaña a una muerte no natural...
Y recuerde que si le practican una autopsia se descubrirá el pentobarbital y se podrían hacer preguntas sobre su procedencia. Una nota de suicidio explicando el origen del Nembutal podría ser de gran ayuda en esta situación.
El único método que no deja huella, incluso en la autopsia, es la Bolsa Exit con nitrógeno (una muerte hipóxica con helio puede detectarse en la autopsia). Pero para que la muerte pueda certificarse como natural deberán retirarse la bolsa, el tubo y el cilindro de gas. Ahí es donde aparece una posible infracción de la ley.
Sea cual sea el método, es recomendable, por lo común, que el suicidio se realice por la tarde. Ello proporciona cantidad de tiempo para morir y permite a los familiares o amigos “descubrir” el cuerpo por la mañana y llamar al doctor. Además, es plausible que la gente de la casa estuviese durmiendo cuando se produjo la muerte.