medio de un tubo de seguridad con cloruro cálcico y permaneció sometido a vacío durante el proceso de destilación usando para ello una trompa de agua.
El montaje de vidrio para la reacción a reflujo se muestra en la figura. Observe la presencia del tubo de seguridad en la boca superior del condensador de reflujo.
Peligros especiales
Como ocurre con los procesos químicos, es preciso en todo momento el cuidado y la atención a todos los detalles. El equipo debe estar limpio y seco antes de usarlo. Muchos de los líquidos empleados en la síntesis eran líquidos inflamables y por ello no se utilizaron llamas abiertas. El calentamiento del reactor se hizo mediante un calentador eléctrico. Las sustancias más peligrosas usadas en el proceso fueron el sodio metálico y el fuertemente alcalino catalizador etanolato sódico. Hay textos de química orgánica (p. ej., Solomon & Fryhle, 2004) que avisan de los riesgos que comporta el manejo de esas sustancias.
ATENCIÓN: el sodio metálico se ha de manejar con gran cuidado y no permitiendo en ningún momento que entre en contacto con agua ya que se puede producir una explosión y fuego. El sodio tiene una consistencia parecida a la de la cera y para aislarlo de la humedad atmosférica (explota al contacto con agua) se guarda recubierto de petróleo de quinqué dentro de tarros de boca ancha y solo puede manipularse con pinzas, nunca con los dedos.
Para deshacerse de pequeños sobrantes o desechos de sodio se pueden colocar en un frasco que contenga abundante cantidad de alcohol de farmacia. El sodio comercial se vende recubierto por una corteza no metálica. Se puede construir una prensa para sodio para retirar esa corteza y producir alambre limpio para la reacción.