En 2013, Philip fue invitado a los Países Bajos por un destacado escultor holandés que estaba interesado en crear un objeto bonito que pudiera ayudar a una persona a quitarse la vida. El propio padre del escultor se había suicidado saltando desde un edificio. Este horror le había dejado impactado durante mucho tiempo. Pensaba que tenía que haber una forma mejor de morir y se puso en contacto con Philip para una posible colaboración.
Sin embargo, cuando el escultor ganó el concurso para crear el monumento conmemorativo del aeropuerto de Schipol a las víctimas del accidente del MH17, pronto quedó patente que el proyecto conjunto no iba a poder continuar. Se necesitaba un nuevo colaborador.
A principios de 2017 se incorporó un nuevo diseñador holandés y surgió el proyecto del Sarco. La primera presentación tuvo lugar en 2017 en el congreso de NuTech (Nuevas tecnologías para una muerte digna) de Toronto, Canadá, donde se presentó una pequeña maqueta impresa en 3D del Sarco.
En abril de 2018, a medida que avanzaba el trabajo, se presentó una maqueta en 3D en tamaño real realizada en entramado de contrachapado en la Feria funeraria de Ámsterdam en la famosa iglesia de Westerkerk. La maqueta en 3D iba acompañada de un programa de software de realidad virtual (RV) que proporcionaba a los usuarios una impresión artística de la vista desde dentro del Sarco y la sensación de elevación después de pulsar el botón “morir”.
Al año siguiente, invitaron a exhibir el Sarco en Venice Design en el Palazzo Michiel en el gran canal de Venecia. La exposición se inauguró en mayo de 2019 y fue la primera vez que se pudo ver un Sarco de tamaño real e impreso completamente en 3D. Al mismo tiempo, se comenzó a trabajar en un segundo modelo (el Sarco II) que incorporaba cambios en el diseño y estaba previsto que se utilizara en Suiza. Sin embargo, la falta de atractivo