En tiempos más modernos, el cianuro, un compuesto químico, ha sido ampliamente empleado como píldora de suicidio. Una reciente y conocida muerte por cianuro fue la del tetrapléjico español Ramón Sampedro.
En 1998, Sampedro terminó su vida tomando cianuro que había sido proporcionado y preparado por sus amigos. La galardonada película de 2004 Mar adentro ofrece el notable relato de su vida y de su muerte.
Durante gran parte del siglo XX, el cianuro se proporcionó de forma rutinaria a los espías como herramienta para su trabajo. Tras ser capturado por los ingleses, el cabeza de las SS y la Gestapo, Heinrich Himmler, escapó al interrogatorio ingiriendo una cápsula de cianuro.
Hermann Göring, jefe de la Luftwaffe, evitó ser ahorcado tomando cianuro de potasio la noche antes de la ejecución prevista. Cuando el objetivo es evitar el interrogatorio y la tortura, la rapidez de acción es esencial, y el cianuro la proporcionaba.
La mejor píldora apacible
Cincuenta años después es el pentobarbital (Nembutal) el que se considera la píldora apacible ideal. El Nembutal es un medicamento de la familia de los barbitúricos que están compuestos por las sales del ácido barbitúrico. Estas sales barbitúricas activas se han utilizado médicamente durante muchos años, sobre todo como sedantes o somníferos.
En los años cincuenta, por ejemplo, se comercializaron más de 20 formas de barbitúricos como tabletas somníferas. Los primeros ejemplos incluyen Veronal, Amytal, Seconal, Soneryl y, por supuesto, Nembutal. Hace cincuenta años, el Nembutal