Muchas medicinas se administran directamente en el cuerpo a través de una aguja o cánula que se introduce en una vena. Los medicamentos administrados de esta forma han de ser líquidos. El procedimiento para insertar una aguja en una vena requiere conocimientos y puede ser difícil para personas que no tengan algún tipo de formación en medicina o enfermería.
La velocidad de actuación de cualquier medicina administrada de esta forma es mucho mayor que la de productos por vía oral. El rápido efecto de tal forma de administración puede causar dificultades. Si la persona decide inyectarse el producto por sí misma puede perder la consciencia antes de haberse administrado la dosis que se requiere.
Suministro del fármaco por endovena
Para asegurarse de que se inyecta intravenosamente la cantidad apropiada de sustancia letal, puede utilizarse una bolsa de suero salino. La bolsa se conecta a una cánula a través de un equipo estándar de suero. Los fármacos se agregan al suero salino y siguen fluyendo aunque se pierda la consciencia. Alternativamente, se puede utilizar un controlador de jeringa cargado previamente, (ver “Administración del Nembutal”). Nota: cuando se está inconsciente, siempre queda el riesgo de que el acceso intravenoso se pierda si la cánula se desconecta mecánicamente.