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CONTRA INCENDIOS


evitar que salieran de la discoteca sin pagar. En México, no debemos olvidar el caso de la discoteca Lobohombo, que estaba en el Distrito Federal. El 20 de oc- tubre del año 2000 se incendió y provo- có la muerte a 22 personas. Otro de los incendios más recientemente fue el del Casino Royal, en Monterrey, que costó 52 vidas humanas”, comentó. Al respecto, Emilio E. González ase-


guró que a pesar de la importancia de contar con salidas de emergencia, no siempre —ni siquiera el Estado— se cumple con la normativa y dicho tema vuelve a la discusión cada vez que ocurre una “desgracia” donde personas resultan heridas y/o fallecen a consecuencia de no haber podido escapar del siniestro. Por tanto, el experto recordó algunos


otros incendios como los acontecidos en la disco Station Night Club en Estados Unidos, en febrero de 2003, donde se re- gistró la muerte de 100 personas; en Ar- gentina, el caso más conocido fue el de la disco Cromañón a consecuencia de que inadaptados arrojaron bengalas encendi- das en un recital de música y las salidas de emergencia estaban clausuradas. “En Paraguay, el incendio del super-


mercado Ycuá Bolaños (agosto 2004, 428 muertos); el incendio en la Cárcel de Higüey, República Dominicana (marzo 2005, 134 muertos); la Discoteca Fac- tory en Quito, Ecuador (2008, 18 muer- tos), entre otros. Ante esta situación de muertes, se renuevan y fortalecen los controles por un tiempo; pero lue- go vuelven a decaer. Para evitar esto, fundamentalmente se debe realizar ca- pacitación en manejo y control de mul- titudes, además de la implementación de planes de emergencia y evacuación”, aseveró el especialista. Asimismo, Sánchez indicó que aun-


que han pasado grandes tragedias en nuestro país y en otras naciones de La- tinoamérica, que han conmovido a la so- ciedad y a los gobiernos, lamentablemen- te la situación no ha cambiado mucho. “Sólo basta con dar un vistazo a nues-


tro alrededor, donde quiera que nos en- contremos, a donde vayamos, podemos estar metidos en una verdadera trampa mortal y lo peor de todo es que no lo sa- bemos hasta que nos enfrentamos a una emergencia”, lamentó. “A veces se escuchan recomendacio-


nes como éstas: ‘Si va a un bar o a una discoteca, vaya a uno que cuente con salidas de emergencia adecuadas’. La verdad es que se cansarían de buscar y terminaría por quedarse en casa. Y, des- graciadamente, no sólo pasa en estos es- tablecimientos, sino en otro tipo de in-


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dustrias donde a menudo encontramos las salidas bloqueadas con mercancías, con candados para evitar el robo hormi- ga de productos o que no llevan a nin- gún lado y únicamente se señalizan para ‘cumplir’ con las autoridades de protec- ción civil o del trabajo”, aseveró.


REQUERIMIENTOS NECESARIOS PARA SALIDAS DE EMERGENCIA


Por tanto planteó la pregunta: ¿Qué es una salida de emergencia? A la cual res- pondió que la NFPA (National Fire Pro- tection Association), en su norma 101 “Código de Seguridad Humana”, incluye el término “salida” como definición ge- neral de los medios de evacuación. Explicó que dentro de la norma, una


vía de evacuación es un camino continuo que permite el traslado desde cualquier punto del edificio o estructura hasta el exterior y a nivel de suelo. Una vía de evacuación consta de tres partes separa- das y distintas: acceso a la salida, salida y los medios de descarga a la salida. Por tanto, el acceso a la salida se de-


fine como la parte de una vía de eva- cuación, separada del edificio del cual se pretende escapar, por paredes, pisos, puertas y otros medios que proporcio- nan un camino protegido necesario para que los ocupantes puedan acceder con seguridad suficiente al exterior del edi- ficio. Puede constar de vías de desplaza- miento horizontal o vertical tales como puertas, escaleras, rampas, pasillo, túne- les y escaleras exteriores, continuó. “La descarga de salida es la parte de


la vía de evacuación comprendida en- tre el final de la salida y la vía pública;


es decir, la salida de emergencia no es sólo la puerta de salida, sino todo el ca- mino que debemos seguir desde donde nos encontramos, hasta llegar a la calle”, afirmó. Raúl Sánchez dijo que en México se


cuenta con más de una norma o regla- mento que de alguna manera exige la existencia de salidas de emergencia en los edificios y estructuras, los cuales son: reglamentos de construcción loca- les, sus normas técnicas complemen- tarias, los reglamentos de protección civil (programas internos y especiales de protección civil) y el reglamento general de seguridad e higiene en el trabajo y su norma oficial mexicana 002, relativa a la prevención control y combate de incen- dios en los centros de trabajo. En consideración de estas normati-


vas, se debería cumplir con la existen- cia de salidas de emergencia, desde el proyecto de construcción hasta la ope- ración de un edificio o inmueble como centro de trabajo o centro de reunión masiva. “Ante estas autoridades, incluso se


obtienen permisos de construcción, de operación y certificados de industria se- gura, así como la planeación, ejecución y evaluación de ejercicios de evacuación que debieran garantizar la ocupación segura de edificios y centros de trabajo ante cualquier situación de emergencia que lleve a desalojarlos”, señaló. Al respecto, Emilio E. Gonzá-


lez comentó que en México se pue- den citar la Norma Oficial Mexicana NOM-002-STPS-2010,


Condiciones; NOM-026-STPS-2008 o la NOM-003-


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