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PRISIONES


que la información de los internos se encuentre disponible para el personal de clasificación.


torios a los internos de acuerdo con el sistema de clasificación, mas no signifi- ca que otros miembros del personal no puedan recomendar las transferencias durante emergencias. No obstante, in- cluso durante situaciones de emergen- cia, el personal de clasificación debe re- visar y aprobar todas las transferencias.


-Instrumentos válidos y confiables para la clasificación: los sistemas de clasifica- ción objetiva utilizan instrumentos bien estructurados (por ejemplo, formatos), diseñados con el fin de producir evalua- ciones confiables y válidas de los riesgos que representen los internos. Tres for- mularios básicos conforman la guía para el proceso de clasificación: el formula- rio inicial de antecedentes, que ayuda al usuario a identificar las necesidades ur- gentes del interno cuando es admitido al sistema penitenciario por primera vez; el formulario de clasificación inicial, que se utiliza para determinar la puntuación del nivel de custodia que el interno po- see durante la admisión al sistema peni- tenciario; y finalmente el formulario de reclasificación, utilizado para revaluar la puntuación del nivel de custodia del interno durante su encarcelamiento con base en su conducta institucional.


-Instrumentos de Clasificación Proba- dos: es necesario llevar a cabo una prue- ba piloto de los instrumentos y proce- dimientos de clasificación antes de implementar el sistema. La prueba pi- loto medirá dos factores: cuán bien ser- virán los instrumentos de clasificación propuestos en la población determinada de una prisión y el impacto posible de las políticas y procedimientos de clasifi- cación en las operaciones de la prisión.


-La correcta implementación de la pun- tuación del nivel de custodia: el estándar general es que del 5 al 15 por ciento de los niveles de custodia en la población


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de la prisión, se basan en decisiones de nivel a discreción, más que en los punta- jes iniciales y originales de clasificación o reclasificación. En términos generales, aproximadamente 50 porciento de las decisiones de nivel a discreción debe- rían asignar al interno a un nivel de cus- todia más bajo que el del nivel derivado de su puntuación original, y 50% debería asignar al interno a un nivel de custodia más alto.


-Clasificación oportuna y precisa: todos los internos que entran al sistema peni- tenciario deben ser investigados inme- diatamente para determinar si deben ser alojados en dormitorios alejados de los otros internos, ya sea para su propia protección o la de los otros internos y del personal. La institución también debe establecer los tiempos y las cir- cunstancias en que los internos deben de ser reclasificados —por lo general seis meses después de haber entrado a la prisión y por lo menos cada año a partir de entonces—.


-Plan Formal de Alojamiento: para po- der alojar a los internos de acuerdo con el estatus de su clasificación, la prisión también debe estar clasificada; al clasifi- car la prisión se determina el número y el tipo de espacios disponibles para ca- mas, que visto de otra perspectiva, esta- blece la base para el plan de alojamiento de las instalaciones.


-Apego al Plan de Alojamiento: lo ideal es no alojar juntos o mezclar a los in- ternos asignados a diversos niveles de custodia, por ejemplo, los internos de custodia mínima nunca deben estar alojados con los internos de custodia máxima.


-Información Precisa del Interno: la pri- sión debe tener un sistema exhaustivo y ordenado de registros para asegurar


-Sistemas de Información Automati- zada: el almacenamiento de toda la in- formación obtenida de los internos, es decir, los formularios de investigación inicial, clasificación inicial y reclasifi- cación completa en la base de datos del sistema administrativo de información penitenciaria (MIS, por sus siglas en inglés), reduce las probabilidades de co- meter errores y permite un monitoreo continuo del sistema de clasificación. Una base de datos electrónica aumenta la precisión y eficiencia del proceso de clasificación mediante la reducción de la necesidad de reingresar la misma infor- mación básica en cada etapa del proceso de clasificación.


-Monitoreo Continuo y Evaluación del Proceso: un sistema de clasificación debe estar continuamente monitoreado para asegurar que se implementó con- forme a su diseño original y continúe funcionando de la misma manera en re- lación a la población actual de la prisión.


-Evaluación de Impacto: una evalua- ción de impacto determina los efectos positivos y/o negativos del sistema de clasificación en todo el sistema peniten- ciario y en sus diversos componentes. Los sistemas de clasificación ayudan a minimizar el potencial de violencia, es- capes y mala conducta institucional. Se espera que estos sistemas brinden ma- yor responsabilidad y ayuden a la previ- sión de un futuro espacio de camas y de las necesidades de programas para los internos. Los sistemas de clasificación son considerados el “cerebro” de la ad- ministración del sistema penitenciario y son esenciales para la proyección de futuras necesidades de recursos en una institución penitenciaria. Un sistema de clasificación que funcione adecuada- mente, regirá muchas decisiones impor- tantes, incluyendo aquellas que tengan una gran influencia en cuestiones fisca- les como la construcción, los niveles de personal, espacio de camas y programa- ción de expansión. n


* Acerca del autor


- Gary Golder es director de Servicios de Desarrollo CGL Latino América. Si desea co- nocer más sobre el autor, consulte su CV en: seguridadenamerica.com.mx/colaborador


Foto: © Igor Sokolov | Dreamstime.com


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