De esta manera, hay muchas cosas que cada uno de nosotros, y muchos de los gru-
pos a los que pertenecemos, podemos hacer para tener un impacto indirecto sobre
la reducción de emisiones. Por ejemplo, los consumidores condicionarán a los pro-
ductores a través de las decisiones que toman, y las empresas pueden exigir a sus
proveedores que les suministren productos y servicios respetuosos con el clima.
Al mismo tiempo, las ciudades pueden proveer la infraestructura necesaria para
permitirnos recorrer la ciudad en busca de productos de la forma más eficiente para
el clima. Muchas posibles decisiones provienen de elecciones políticas – los indi-
viduos siguen las leyes de mercado (p.ej. las decisiones acerca del aislamiento de
los hogares se basarán en la asequibilidad, incentivos y desincentivos); los líderes
empresariales son cada vez más entusiastas respecto a tener un marco político en
el que poder operar.
Es crucial ser consciente de cómo nosotros influenciamos a los demás. Esto debería-
mos recordarlo cuando actuamos y asegurarnos de que nuestro propio expediente
es ejemplar antes de intentar dar lecciones a otros. En particular, si queremos alcan-
zar cierta credibilidad.
Además, lo que puede parecer insignificante en una perspectiva global puede redu-
cir considerablemente tu impacto climático personal. En otras palabras, tu pequeña
contribución puede ser simplemente una gota en el océano, pero si tomamos en
cuenta el conjunto de todos nuestros esfuerzos, definitivamente ayudarán a paliar la
carga de GEI en la atmósfera.
El banco Credit Suisse pretende conseguir la neutralidad climática en el año 2009.
Tres cuartas partes de sus emisiones de CO
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provienen de la energía utilizada para
el funcionamiento de sus oficinas, por lo que ha hecho un cambio gradual hacia
un suministro de energías renovables, y está reemplazando la calefacción de gas
natural y petróleo con bombas de calor o calefacción urbana. En 2007 fue capaz
de desconectar más de 2.000 de sus servidores, lo que supone un 10 por ciento del
total. El calor residual generado por los ordenadores utilizados por el personal de
Credit Suisse en su oficina de Zürich es desviado para calentar oficinas y hogares
de los alrededores. Sus oficinas en Hong Kong usan ordenadores conectados en
red, sin servidores de disco duro, capaces de reducir el consumo eléctrico en un
20 %. En 2006 el uso del banco en videoconferencias fue de 30% superior al del
año anterior; asimismo el Credit Suisse anima a sus empleados a utilizar trenes en
lugar de aviones para viajes cortos, y ha empezado a trabajar hacia el uso de tickets
de avión carbono neutrales. En el año 2006 las operaciones suizas del banco fueron
neutrales en GEI, con algunos de los ahorros conseguidos a través de la compra de
compensaciones de carbono.
Funcionamiento de un congelador
Funcionamiento de un congelador
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americano durante un año 48 europeo durante un año
DEJE EL HÁBITO el CiClo : ACtÚA 87