En trayectos cortos, los viajes en avión producen unas tres veces más de CO
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por
pasajero que el tren. Se estima que esta industria registra alrededor del 2 ó 3% del
total de las emisiones de CO
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, y está expuesta a una intensa presión para reducir
estos resultados. Sin embargo, no podemos negar que algunos de los nuevos ser-
vicios de trenes de alta velocidad tienen también una huella de carbono apreciable.
Otra opción para los viajes internacionales puede ser el autobús, sin duda mejor
que un coche que sólo transporte a una persona. Entre ciudades, el autobús vuelve a
mejorar al coche, pero rara vez es mejor opción que el tranvía o el metro. La bicicleta
y caminar serán siempre las opciones más ecológicas para moverse por la ciudad,
pero no necesariamente las más seguras, rápidas o prácticas, lo que hace entendible
que los ciudadanos sean reticentes a usarlas. Aquí es donde los planificadores ur-
banos y los políticos pueden marcar la diferencia, rompiendo con la dominación
del coche en las calles de la ciudad y proporcionando condiciones favorables para
los medios de transporte alternativos. Tener carril bici y un sistema de transporte
público es una cosa, y otra muy diferente es lo útil que estos sean. La planificación
urbana puede enfocarse a la consecución de un sistema de transporte más funcional
y, por lo tanto, más atractivo. La ubicación, por ejemplo, de centros comerciales en
lugares fácilmente accesibles en transporte público es una estrategia que siguen
recientemente en Noruega.
El transporte marítimo se considera uno de los mejores medios de transporte para
reducir los GEI, pero se ha comprobado que el total de sus emisiones de CO
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dobla
al aéreo y crece cada vez más. La OMI estima que las emisiones del transporte marí-
timo registraron el 3% del total de emisiones de CO
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en 2007. La prensa ha suge-
rido recientemente que estas emisiones se habrían subestimado y que, en realidad,
sumarían 1.120 millones de toneladas o casi el 4,5% del total de emisiones de CO
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.
Esta cifra supone casi el doble del total de emisiones en el Reino Unido y excede a
todas las de África.
Una flota de 90.000 barcos transporta el 90% de los productos de todo el mundo,
y se predice que las emisiones de este medio de transporte aumenten en más del
70% para el 2020, ya que el comercio internacional también se prevé que aumente.
Con el fin de controlar estas emisiones, la Comisión Europea ha decidido incluir
empresas de transporte marítimo en el Sistema de Comercio de Emisiones de la
UE, donde el transporte marítimo (al igual que el aéreo) había estado exento hasta
el momento. El plan de comercio de emisiones es la herramienta de las 27 naciones
de la UE para combatir el calentamiento global y cumplir con su compromiso de
reducción de las emisiones de GEI según en Protocolo de Kioto.
Existen muchas formas de reducir la energía que consumimos en los viajes y el
transporte. Una de ellas consiste en obtener aquello que utilizamos y consumimos
del lugar más cercano posible, ya sea comida, ropa o incluso trabajo (en la mayoría
122 Deje el HÁbito EL CICLO - REDUCE