Los gases de efecto invernadero circulan libremente en la atmósfera que todos
compartimos, por lo que compensar nuestras propias emisiones puede conse-
guirse desde cualquier lugar del mundo. Con el fin de hacer funcionar esta sen-
cilla idea, es importante recordar que la reducción de las emisiones no hubiera
tenido lugar sin el incentivo adicional proporcionado por los créditos de reduc-
ción de emisiones. En otras palabras, no deberíamos ser capaces de reclamar
créditos por algo que hubiera sucedido de todas formas.
El hecho de contrarrestar las emisiones de GEI se basa en el principio de la eco-
nomía de mercado: la reducción de emisiones de GEI puede realizarse de dife-
rentes maneras y, según las circunstancias locales específicas, habrán formas más
caras y otras más económicas. Alguien a quien limitar sus propias emisiones le
resulte caro o incluso poco factible, puede sentirse tentado a pagar a alguien para
que reduzca las emisiones en su lugar. El acceso a reducciones más baratas nos
puede permitir establecer objetivos más ambiciosos y beneficiar a los países en
los que se financian esas reducciones. Los economistas afirman que la oferta y la
demanda regulará el precio: cuantas más empresas, países y personas intenten
reducir sus emisiones - pero opten por ayudar a otros a que las reduzcan pagando
por ello, en vez de tomar medidas directas - más alto será el precio de la reducción,
hasta el punto de que la reducción de las propias emisiones resultará más econó-
mico que comprar certificados de reducción de emisiones.
A pesar de que la acción voluntaria aún contribuye a desacelerar el crecimiento
de los GEI en la atmósfera, establecer un límite vinculante ampliamente acep-
tado de emisiones permitidas, con sus consecuencias correspondientes en caso
de incumplimiento, fortalecería este concepto. Este es el caso, en teoría, de los
miembros del Protocolo de Kioto, que ya han establecido sus objetivos nacio-
nales con respecto a la reducción de emisiones para el año 2012. Estos objetivos
pueden conseguirse combinando la reducción de emisiones a nivel nacional y
el uso de los denominados “Mecanismos de Flexibilidad”, que también incluyen
la anulación de las emisiones de GEI según ciertas condiciones aprobadas por
el Protocolo de Kioto. Pero muchos países no están en camino de alcanzar sus
objetivos con respecto a las emisiones, en parte debido a que aún no han es-
tablecido a nivel interno unos límites vinculantes.
Registros
Los registros de compensación de carbono mantienen un control de los bonos
y son vitales a la hora de minimizar el riesgo de contabilización duplicada (es
decir, múltiples interesados en el mismo bono).
160 Deje el HÁbito EL CICLO : CONTRARRESTA