Segunda generación de biocarburantes
La tecnología para la producción de carburante a partir de residuos de la agricul-
tura y de la silvicultura, o de plantas específicas con alto contenido en celulosa,
tardará aún algunos años en entrar de forma competitiva al mercado. La indus-
tria asume que hasta dentro de 5 a 10 años no habrá una segunda generación de
biocarburantes en cantidades comerciales significativas. Las ventajas que conlle-
varán serán la alta eficiencia energética y el uso de plantas que crecen en tierras
degradadas o en zonas menos importantes para la biodiversidad.
¿Son los biocarburantes eficientes en la reducción de GEI?
Con el fin de aprovechar por completo el potencial de los biocarburantes en
la reducción de las emisiones de GEI, es crucial que el total de las emisiones
generadas durante su producción sea lo más bajo posible, siempre por debajo
del total que se generaría a partir de la producción de su alternativa: los combus-
tibles fósiles. Existen muchos elementos que pueden conducir a unas emisiones
de gases de efecto invernadero mayores que las que se emitirían en una situa-
ción óptima: las emisiones de GEI se deben principalmente a la utilización de
combustibles fósiles en el cultivo y su posterior procesamiento. Pero el resultado
final dependerá del tipo de cultivo y de la eficiencia del motor. La Agencia Inter-
nacional de la Energía afirma que, si lo comparamos con el combustible fósil, se
podría conseguir una reducción de las emisiones de GEI del 15-25% mediante
cultivos con contenido en almidón (por ejemplo, el maíz en Estados Unidos) y
de hasta el 90% mediante la caña de azúcar, como en Brasil. En algunos casos,
el equilibrio medioambiental de los biocarburantes es incluso negativo. Las emi-
siones de óxido nitroso, por la aplicación del fertilizante durante el cultivo de las
plantas, aumentan parcialmente las emisiones de CO
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La controversia
A pesar de que el crecimiento de los biocarburantes suena muy prometedor para
resolver nuestros problemas climáticos y energéticos, existe aún un considerable
número de cuestiones polémicas acerca de su producción.
Energía o Comida: Los escépticos creen que allí donde se produzcan los biocar-
burantes no se cosechará comida; algunos incluso han convocado una morato-
ria. En un mundo en el que se estima que existan 850 millones de desnutridos,
cualquier posible amenaza que pueda agravar la situación debe someterse a ri-
guroso examen. A lo largo de los últimos tres años, el precio de la comida ha
aumentado en un 83%. Las subvenciones estatales y los objetivos con respecto
al biocarburante en los países desarrollados han causado un repentino aumento
de la demanda, hecho que justifica parcialmente esta subida.