A NIVEL INDIVIDUAL
Debemos investigar las posibles opciones de entre los diferentes proveedores, leer
la información de éstos detenidamente y buscar los controles de calidad. Debido
a que crece cada vez más la competencia entre los proveedores de bonos de car-
bono, muchos ofrecen ahora la certificación de una tercera parte, proporcionando
la seguridad de que nuestra compra tendrá el impacto que esperamos. Deberíamos
centrarnos principalmente en la calidad, pero también en el precio. Los precios
por tonelada de reducción de CO
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pueden variar enormemente, desde 5 hasta 40
dólares americanos. Pensemos en lo que conseguiremos con nuestro dinero, en la
certificación que nos han proporcionado y en la fuente de los bonos.
¡Compremos el bono! La mayoría de los proveedores venden a través de Internet,
así que podremos utilizar nuestra tarjeta de crédito y obtener la confirmación de
nuestro nuevo estilo de vida, más ecológico, en unos minutos. En muchos casos
no podremos elegir dónde destinar nuestro dinero, ya que resulta muy complicado
para los proveedores gestionar grandes cantidades de peticiones concretas. Empe-
zando desde cerca de 100 toneladas de CO
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, podremos encontrar empresas que
ofrezcan destinar nuestra contribución a un proyecto determinado. Dependiendo
de nuestro estilo de vida y de cuánto consigamos reducir en primer lugar, podemos
tardar años o décadas para compensarlo.
Además de dirigirnos a un proveedor de bonos directamente, algunas empresas
ofrecen adquirir bonos junto a un determinado producto. La pregunta es si no ten-
dría más sentido incluir automáticamente el precio del bono en el de los productos.
Pero esto, por supuesto, deben responderlo los clientes, que son los que pagarán un
precio más alto por un producto de efecto neutro para el clima.
Medio kilo de salmón, dos kilos de patatas... ¿y una tonelada de reducción de gases de efecto
invernadero? Los clientes de un centro comercial de Noruega pueden ahora reducir su huella
climática mientras hacen la compra semanal. El centro Stroemmen Storsenter, cerca de
Oslo, ha empezado a vender certificados a 165 coronas noruegas (30,58 USD) por tonelada, a
aquellas personas que se sienten mal por contribuir al cambio climático. Los directores del centro
comercial afirman que los certificados los compran tanto particulares como pequeñas empresas
para sus empleados. Cada noruego registra unas 11 toneladas de GEI al año, principalmente
debido al combustible fósil. "Mucha gente quiere comprar certificados, pero hasta que iniciamos
este sistema en el centro comercial no sabían cómo...” cuenta Ole Herredsvela, el gerente técnico
del centro. “Hacemos esto para crear concienciación sobre el cambio climático entre la gente”.
El tercer centro comercial más grande de Noruega consigue beneficios de estas ventas, a pesar
de que venden los bonos con una carga administrativa de sólo del 10%, los cuales destinan a su
socio (una empresa noruega de servicios de gestión de carbono).
DEJE EL HÁBITO el CiClo : CoNtRARReStA 175