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PROTECCIÓN EJECUTIVA


3. En materia de seguridad no se debe improvisar, recordar que la mejor arma es el estudio y diseño planifi- cado de estrategias de protección. Trazar una planeación en logística y vigilancia, llevar a cabo ensayos y pruebas de efectividad.


4. Saber cómo vender un servicio de protección ejecutiva; es decir, expli- car oportunamente que el contar con guardias de protección es una inver- sión que evitará pérdidas irrepara- bles y que son más una inversión que un gasto.


DEJAR DE SER VÍCTIMA DE LA AGRESIÓN


Ahora bien, Jorge Septién señaló que los altos índices de delincuencia, aparte de la corrupción y la impunidad, obedecen también a distintos factores, por ejem- plo, es conveniente resaltar que frente a los esfuerzos por parte de las autorida- des por combatir la problemática a nivel macro, los malhechores comunes están atacando sin ser vistos. Además, explicó que una cuestión


importante es que la sociedad misma no ha tomado conciencia de su realidad.


Una ventaja clara de los elementos


de seguridad es la


capacitación, el estudio y análisis de


las diferentes formas de


atacar de los delincuentes


Indicó como punto primordial el crear una sensibilización urbana, que se en- tienda que no hay dinero suficiente para poner un policía para cada quien y, en caso de las organizaciones, comprender que no es posible asignar un guardia para cada miembro y que no se pueden destinar grandes cantidades de dinero para blindar los automóviles de todos los ejecutivos. Entonces, ¿cuál sería la defensa ideal?


Entender que nuestros ojos, orejas y ce- rebro son nuestra mejor arma, aunado a buscar hacer equipo con la gente del área de seguridad y política social, si- guiendo un entrenamiento adecuado para afrontar situaciones adversas. Agregó que lo anterior queda descri-


to de una mejor manera al mencionar que existen dos tipos de blancos, lo que marca una notoria diferencia entre ser una víctima de fácil alcance o no, y lo puntualizó de la siguiente forma:


· Blancos suaves. En la sociedad ac- tual existe un exceso de este tipo de víctimas y este grupo está confor- mado por aquellos ejecutivos que no buscan ni realizan esfuerzos para reforzar su sistema de seguridad o aquellos que aunque aparentemen- te se siente seguros por contar con ciertos mecanismos de protección, no se toman el tiempo necesario para comprobar su efectividad o ni si quiera saben el porqué de su existen- cia. Por ejemplo, el buscar sentirse más seguros solamente por contra- tar un sistema de CCTV que no está instalado en lugares estratégicos o no considerar importante el proceso de selección de los elementos de mo- nitoreo.


· Blancos duros. Este grupo está constituido por aquellas personas que consideran la seguridad no como un gasto sino como una in- versión, aquellos miembros de orga- nizaciones que destinan parte de su tiempo y esfuerzo a prevenir sucesos lamentables, por lo que buscan asis- tencia de profesionales de seguridad y cuentan con sistemas de alarmas, controles de acceso eficaces, cáma- ras de videovigilancia, recurren al blindaje de autos, etc.


El primer grupo se convierte en-


tonces en una víctima de fácil acceso, mientras que el segundo ofrece mayor resistencia; desafortunadamente, los blancos suaves sobrepasan a los duros. Nuestro especialista realizó una analo-


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gía con la vida salvaje, al mencionar que las gacelas de las estepas africanas son devoradas por los leones no por carecer de inteligencia o fuerza, sino más bien por estar distraídas y no percatarse de lo que sucede a su alrededor, convirtiéndo- se en las últimas en reaccionar frente al ataque de su depredador. De tal forma, Septién hizo una invi-


tación para analizar a qué grupo se per- tenece y en dado caso de trabajar con un ejecutivo blanco suave, explicarle estas características para que paulatinamente y con orientación de sus miembros de seguridad pase al otro grupo y deje de ser una víctima de la agresión.


LOS PROFESIONALES DE SEGURIDAD TIENEN UNA CLARA VENTAJA


En primera instancia pareciera que no hay escapatoria de los criminales ni de sus actos llenos de violencia. Se pensaría que por más esfuerzos que se efectúen, el hampa siempre va un paso adelante, no hay cómo librarse ni protegerse de sus crueles fechorías. No obstante, es aquí donde nuestro


experto señala que no es así. Septién invitó a que se analice cómo es que trabajan estos criminales. Cierto, son muchos, tienen poder económico y tie- nen resentimiento social, pero también actúan de manera irracional; es decir, destinan muchos elementos y esfuerzos en acciones que sirven como ejemplo de castigo a otros, pero en muchas ocasio- nes bien se podría librar una situación fatídica, en opinión de nuestro especia- lista: “El hampa utiliza métodos muy violentos pero de baja sofisticación y baja estrategia”. En tal caso, se puede observar que


la clara ventaja de los miembros de una escolta es precisamente la capacitación, el estudio y análisis de los diferentes pla- nes de acción de los delincuentes, pues- to que éstos últimos “no son invencibles, son seres humanos como nosotros” y para atacar llevan un proceso criminal de acercamiento, aseguró Septién. Ante esta situación, la tarea primor-


dial de los asesores de seguridad, en cuanto a materia de protección ejecuti- va, es enseñar a las personas a detectar esta sintomatología, ya que no se puede “andar por la vida sin observar y sin re- glas de seguridad”, explicó, pues desafor- tunadamente, aquellos que se enfrentan a un hecho de peligro se percatan de este riesgo hasta que tienen una pistola apuntándoles en la cabeza. n


Foto: © Andrey Armyagov | Dreamstime.com


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