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VENEZUELA 2012: DEL USO AL ABUSO DE LAS ENCUESTAS
semántico (la construcción de las preguntas, las pala- bras empleadas y su fraseo exacto) y el segundo el de la secuencia (relativo a la lógica que sigue el cuestiona- rio). “Wording” y “ording” les llaman los anglosajones. Supongamos una estructura del cuestionario con tres bloques de preguntas: un primero relativo a la situación político-económica del país, un segundo a las misiones sociales, y finalmente un tercero relativo a las opinio- nes electorales. La secuencia de este cuestionario tiene sesgo porque tiende a inducir las respuestas de corte electoral, al medirlas tras las preguntas de las misiones y gestión del Presidente Chávez. Una amplia medición de las misiones crea un marco de referencia claramente orientado a la opción chavista y le envía señales al en- trevistado. En Venezuela no es infrecuente que las en- cuestadoras dejen al cliente incidir en el cuestionario. Es decir, es técnicamente posible inducir resultados cuya única justificación es política. Sospecho que se hizo.
CONSECUENCIAS: DESPRESTIGIO GENERAL Comúnmente se considera que la prueba de fuego de las encuestas pre-electorales es la propia elección. Es un juicio injusto, en mi criterio, porque las encuestas son instrumentos que van mucho más allá de su valor
garzazu1
predictivo. Sin embargo, en el mismo momento en que una encuesta es publicada se convierte en un asunto de interés público y acepta ser juzgada por la opinión públi- ca con la misma dureza que al jinete de una carrera de caballos que tuvo un mal desempeño. En este particular, el académico venezolano Iñaki Sa- realizó un amplio análisis del comportamiento
de las encuestas durante la contienda. En su conclusión final contrasta los resultados oficiales contra lo que cada una de las encuestadoras dijo durante la campaña. El re- sultado no es demasiado alentador para el sector: todas se equivocaron, unas con errores bilaterales, otras con errores unilaterales, que castigan con sus errores sólo a uno de los candidatos, lo que sugiere una clara intencio- nalidad política en las encuestas que publicaban, y alguna otra por errores en el excesivo número de ¨indecisos¨. Y lo cierto que los jinetes de esta carrera no tuvieron
buen desempeño. No todos, obviamente, unos mejores que otros, pero el público es duro, y en su escrutinio re- prende a los actores con sentido gremial, aunque más duramente a aquellos que tuvieron mayor figuración mediática. Las encuestadoras han quedado despresti- giadas. Aunque… y dicho sea de paso, no es difícil perder el prestigio en la revolución bolivariana, que en ocasio- nes ha sido caracterizada como una máquina triturado- ra de reputaciones.
ERRORES FINALES - NO POLARIZADOS TODAS LAS ENCUESTAS
C21 20
El resultado no es
demasiado alentador para el sector:
todas las en- cuestadoras se equivocaron, unas con errores bilaterales, otras con errores
unilaterales, lo que sugiere una clara intencio- nalidad política.
Datanalisis GISXXI
Hinterlaces ICS IVAD
Predicmatica Varianzas
Consultores 30.11 -20 -15 Error I.V. Chavez -10 Error I.V. Capriles -5 0 5
Carmen Beatriz Fernández
Directora de Datastrategia. Maestría en Administración de Empresas (IESA) y maestría en Campañas Electorales (University of Florida).
1. En su blog YV Polis http:/
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yvpolis.blogspot.com/
Noviembre - Diciembre 2012
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