U Ye Myint Poblado de Pauk, Myanmar “Como mi aldea está ubicada en las tierras bajas cerca
del río Yaw, es fácil perforar pozos y hallar agua. Sufrimos por demasiada agua en lugar de muy poca, especialmente al final de la temporada de lluvias. El agua de las partes altas fluye hacia la aldea y amenaza las casas. Por lo tanto, queremos reforestar esos cinco acres en lo alto de la colina, para reducir el flujo de agua”.
a educación, en particular para las mujeres, conducirá a su vez resultados positivos en seguridad alimentaria y nutricional: el informe del Índice Global del Hambre 2009 sugirió una relación particularmente fuerte entre educación y hambre. Las mujeres educadas tienen un mejor estatus nutricional, reciben mejores cuidados y brindan, a su vez, cuidados de mejor calidad a sus hijos. Para encarar el reto de brindar servicios de planificación familiar adecuados, una cumbre reciente sobre planificación familiar propició compromisos para reducir a la mitad el número de mujeres que desean pero carecen de acceso a la contracepción moderna en los países en desarrollo (DFID 2012).
Aumentar los ingresos, reducir la inequidad y promover estilos de vida sostenibles Los niveles crecientes de ingresos, con sus correspondientes cambios en estilos de vida y patrones de consumo, pueden aumentar la demanda de una amplia serie de bienes y servicios. Los países en desarrollo tienen oportunidades valiosas para aprovechar el potencial creador de riqueza del agua, la energía y las tierras, pero también tienen que hacer frente al riesgo de utilizar dichos recursos en formas que podrían exacerbar la inequidad económica y la degradación de los recursos. Los recursos naturales son a menudo la fuente principal de ingresos
para la gente más pobre del mundo. En países con débil gobernanza de los recursos naturales, la sociedad civil y la comunidad internacional deben ayudar a fortalecer los sistemas de gobernanza supervisando la base de recursos naturales y asegurando que esta no sea expropiada a expensas de los sectores marginados de la sociedad. Programas e iniciativas tales como aquellos descritos en el capítulo 4 pueden ayudar a fortalecer la capacidad de los grupos de la sociedad civil para brindar apoyo a la gente pobre y marginada para asegurar sus derechos y sostener sus medios de vida. Al mismo tiempo, en muchos países en desarrollo el crecimiento
Lespérence Fedner Coordinador Técnico de
Welthungerhilfe, Jean Rabel, Haití
“Durante los años recientes, los precios de la tierra han subido drásticamente… La presión sobre la tierra lleva a la urbanización de las áreas que en la actualidad están reservadas para la agricultura”.
“La población debe estar consciente y motivada, y conocer problema de disponibilidad de recursos para las necesidades futuras de nuestras niñas y niños”.
económico está asociado con estilos de vida que utilizan recursos de manera intensiva y han demostrado ser insostenibles. Los ingresos en aumento deberían por lo tanto ser utilizados como una oportunidad para dejar de lado el uso no sostenible de los recursos naturales y demostrar el potencial de los estilos de vida conformes al desarrollo sostenible mundial. Tales estilos de vida deben ser no solo ambientalmente sostenible sino también permitir a los países más pobres alcanzar a sus pares industriales en términos de bienestar humano. La mayor parte de la tarea pendiente para ajustar los estilos de vida que usan recursos de manera intensiva recae, sin embargo, en los países industriales, en interés tanto de la sostenibilidad como de la equidad. Asimismo, se requieren acciones más amplias para hacer frente a
la brecha creciente entre ricos y pobres. Si bien las dimensiones exactas de la inequidad varían de país en país, según la situación étnica, regional o religiosa, en casi todas las regiones del planeta hay una imagen evidente y sistemática de inequidad entre poblaciones urbanas y rurales, entre grupos sociales o étnicos, y entre los más pobres y los ricos. En vista de las crecientes inequidades descritas en el escenario de Mundo Convencional del capítulo 3, se requieren con urgencia mayores inversiones en agricultura, infraestructura rural, salud, educación y protección social19
en los países
en desarrollo de ingreso bajo, tanto para cerrar las brechas entre ricos y pobres como para promover un modelo de desarrollo que sea más sostenible, tanto social como ambientalmente. Los países industriales necesitan reconsiderar sus estilos de vida y sus patrones de consumo, y demostrar que el uso responsable de los recursos naturales beneficia a todas las personas de la sociedad.
52 Recomendaciones de política | Capítulo 05 | Índice Global del Hambre 2012
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