Promoviendo el diálogo sobre formas alternativas de inversión Los gobiernos de los países son responsables de respetar y proteger los derechos de sus ciudadanos a una alimentación adecuada. En muchos entornos, sin embargo, las voces de quienes previenen en contra de iniciativas mal orientadas que amenazan la seguridad alimentaria son marginadas. En tales casos es fundamental brindar apoyo a los esfuerzos que hacen las organizaciones de la sociedad civil para involucrar a los representantes de sus propios gobiernos en un diálogo acerca de las consecuencias apreciables de sus decisiones políticas. Con el fin de recabar pruebas sobre los impactos de la inversión
de SAC en Pujehun, Welthungerhilfe y Green Scenery han contribuido a establecer un sistema de monitoreo comunitario y están brindando apoyo a la población local de la Jefatura de Malen para evaluar los cambios de largo plazo en sus medios de sustento. Al momento de escribir este informe, Green Scenery estaba poniendo en marcha una base de datos para registrar todas las adquisiciones de tierra de gran tamaño en Sierra Leona, como parte de una iniciativa más amplia compartida con otras organizaciones de la sociedad civil para aumentar la transparencia de los tratos de inversión a gran escala. La información recabada será utilizada para involucrar a los políticos del ámbito nacional, así como a los medios, en un debate sobre las consecuencias de tales transacciones de tierras de gran escala. Esta iniciativa y muchas otras apuntan a crear conciencia sobre los riesgos de la inversión extranjera directa en tierras, y a promover modelos alternativos de inversión agrícola. En el este de Sierra Leona, los pequeños agricultores de cacao
y café enfrentan limitaciones similares a las observadas en Pujehun y en otras partes del área rural del país. Los rendimientos son más bajos debido a que los productores dependen de variedades y técnicas de baja productividad, así como a la avanzada edad de muchos árboles. Debido a la mala calidad, los intermediarios pagan bajos precios por el producto a los agricultores. Ellos carecen de incentivos para invertir en mejoras a sus sistemas de cosecha, fermentación, secado y comercialización, y en muchos casos se encuentran atados a un sistema de crédito que mantiene el status quo. Mientras que las políticas están claramente formuladas a nivel
nacional, el rol y las funciones de los gobiernos locales en relación con el desarrollo rural aún no han sido bien comprendidos o implementados. Por ejemplo, la introducción de las Escuelas de Campo para Agricultores como parte del Programa de Comercialización para Pequeños Agricultores aún tiene un largo camino por delante para llegar hasta la mayoría de los hogares. El sector cacaotero está desatendido con respecto a servicios de extensión, y las exportaciones de cacao han permanecido estancadas por muchos años, bastante por debajo de los niveles alcanzados antes de la guerra. Contra ese trasfondo, las experiencias de Welthungerhilfe en
Sierra Leona muestran que —con un apoyo adecuado— la pequeña producción agrícola tiene un potencial comercial que va más allá del aumento de la disponibilidad de alimentos para los mercados locales y regionales. Con apoyo de la Comisión Europea, Welthungerhilfe, el Instituto
Agro Eco-Louis Bolk y el Organismo Alemán de Cooperación Internacional (GIZ, por sus siglas en alemán) han trabajado con tres cooperativas nacionales para “mejorar los ingresos y el bienestar de las familias agricultoras mediante la producción mejorada y la comercialización del cacao y el café” en el este de Sierra Leona. Esta labor, que se inició en 2007, ha involucrado a cerca de 10.000
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pequeños agricultores que cultivan fincas con un tamaño promedio de 2,4 hectáreas. El mismo ha mostrado que pueden lograrse mejoras sustanciales tanto en cantidad como en calidad, aun en contextos donde la producción se da atomizada entre miles de pequeños agricultores. Entre 2007 y 2009 el ingreso medio de los hogares proveniente del café y el cacao aumentó un 81% ($190), y un 15% de este aumento puede ser atribuido directamente al proyecto (según la comparación de los precios obtenidos en aldeas participantes y no participantes). La calidad del cacao exportado por las tres cooperativas asociadas al proyecto también ha mejorado considerablemente (véase la Figura 4.1). Los datos anteriores demuestran el potencial económico de los
pequeños agricultores. Con apoyo apropiado y métodos de capacitación baratos, tales como las Escuelas de Campo para Agricultores, los pequeños agricultores pueden superar numerosas limitaciones a lo largo de la cadena de valor, manteniendo a la vez las estructuras diversas y sostenibles de los sistemas agroforestales cacaoteros. Sin embargo, la ampliación de la escala y la sostenibilidad de
tales éxitos dependen en gran medida de la visión de “modernización agrícola” promovida por el gobierno de Sierra Leona, así como de la prioridad y el apoyo brindados a los pequeños agricultores como parte de dicha visión.
Títulos de propiedad de la tierra y el agua en la zona rural de la República Unida de Tanzanía: proteger los medios de vida de los agricultores pobres
La República Unida de Tanzanía es un país de contrastes. En décadas recientes ha experimentado una tasa de crecimiento económico saludable, con un crecimiento anual esperado del PIB por encima del 7% entre 2012 y 2016. Al mismo tiempo padeció sequía e inseguridad alimentaria en 2009 y 2010. Además, la tasa de inflación de los alimentos de año a año se mantiene sin variaciones en 25,3%, y el componente alimentario del índice de precios al consumidor, que representa el 47,78% de la canasta de bienes que se utiliza para medir la inflación, también ha sufrido aumentos. Se estima que, en el año 2012, un millón de personas se encuentran en una condición de inseguridad alimentaria, mientras que un 42% de los hogares a menudo obtiene una cantidad inadecuada de alimentos. El país se ubica en el puesto 54 entre 79 países con respecto al GHI de 2012. La producción agrícola es el pilar de la vida en la República
Unida de Tanzanía, con más de un 80% de la población dependiente de la agricultura como medio de subsistencia. De las 2,1 millones de hectáreas que se estima que están en producción, 95% son cultivadas por pequeños agricultores con propiedades que van desde 0,9 a 3,0 hectáreas. Ellos utilizan métodos tradicionales y producen principalmente para subsistencia. Estos agricultores hacen frente a muchos retos, entre los que
se encuentran una baja productividad, su dependencia de sistemas de producción de secano, instalaciones y estructuras de apoyo subdesarrolladas, tecnología inapropiada, limitaciones de acceso a los mercados de alimentos y bajos niveles de gasto público. Pero existe un reto subyacente del cual muchos no están al tanto. Aunque más del 90% de los agricultores señalan ser propietarios, la realidad es que menos del 10% de los tanzanos posee un título oficial de sus tierras.
La importancia crucial de las tierras, el agua y la energía para los pequeños agricultores | Capítulo 04 | Índice Global del Hambre 2012
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