cambio en el uso de la tierra y la deforestación, que están ligados directamente a la agricultura, la contribución total aumenta hasta un 17% de las emisiones globales (WRI 2010). Tres cuartas partes de todas las emisiones agrícolas provienen de los países en desarrollo. Por lo tanto, la tarea por delante será identificar las intervenciones que reduzcan los impactos adversos del cambio climático sobre la producción agrícola y al mismo tiempo reducir la huella de carbono de la agricultura.
RUTAS ALTERNATIVAS EN CONDICIONES DE ESCASEZ CRECIENTE DE LOS RECURSOS NATURALES Durante las próximas cuatro décadas se deberá aumentar sustancialmente la producción agrícola para cubrir las demandas de una población en aumento y cada vez más adinerada. Sin embargo, con los niveles actuales de inversión y desarrollo económico, solo será posible obtener tales aumentos a precios mucho mayores. Una visión o modelo de desarrollo alternativo no solo buscaría aumentar la producción futura sino también obtener mejores resultados para los pobres y prestar más atención a la sostenibilidad, reduciendo con ello los impactos ambientales adversos. Se podría disminuir en parte la demanda futura mediante, por ejemplo, opciones de estilos de vida que conserven más los recursos, o dejando de lado las tecnologías de primera generación a favor de producción a gran escala de biocombustibles; pero la necesidad de producir más con menos —y de hacerlo de manera más sostenible y dando prioridad a los pobres— permanecerá vigente. Para analizar el impacto relativo de dos rutas alternativas de
desarrollo al 2030 y al 2050, el IFPRI realizó una modelación del sistema alimentario mundial a futuro, bajo dos escenarios:
1. El escenario de Mundo Convencional (como se ilustra en la Figura 3.3 en la página 24) que refleja la continuación de las tendencias recientes respecto a población, crecimiento económico y otras variables, incluyendo la inversión limitada en investigación agrícola y, por lo tanto, en la eficiencia de las tierras, el agua y la energía. El desarrollo de biocombustibles de primera generación continúa acorde con los mandatos de producción establecidos. Aún más, las emisiones de gases de efecto invernadero aumentan rápidamente, la escasez de agua aumenta, y el hambre y la malnutrición siguen siendo problemas serios en los países en desarrollo (Nelson et al. 2010; Rosegrant et al. 2008).
2. El escenario de Mundo Sostenible (como se ilustra en la Figura 5.1 en la página 47) que hace hincapié en las inversiones en investigación agrícola y desarrollo en los países en desarrollo, junto a una mayor inversión social y un uso más juicioso de los recursos naturales para mejorar de manera sostenible los medios de subsistencia y los ingresos rurales14
. El escenario de Mundo Sostenible postula una mayor atención
a la conservación de los recursos de agua, tierras y energía mediante una mayor inversión en tecnologías y un uso más eficiente de los recursos. Se pone atención también a las inversiones que reducen el hambre y la malnutrición, tales como las mejoras en los rendimientos de los cultivos y en el crecimiento del ganado, y en realizar mayores inversiones en saneamiento y en educación secundaria para la mujer. Otros factores son cruciales también para obtener mejores resultados para los pobres y para el ambiente, tales como una mejor gobernabilidad,
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una menor inequidad y una mayor inclusión de los grupos sociales marginados15
. En comparación con el Mundo Convencional, este
escenario incluye tanto un crecimiento económico mayor como un crecimiento poblacional menor (utilizando la variante de bajo crecimiento poblacional proyectado de la ONU) (véase también Nelson et al. 2010). Además, este escenario prevé rápidos aumentos en la productividad del agua y en el crecimiento agrícola debidos a la mayor eficiencia en el uso de la investigación como resultado, entre otras cosas, de los efectos secundarios. Producto de lo anterior se estima que, al 2030 los rendimientos de los granos básicos serán 15% mayores que en el escenario de Mundo Convencional, y 35% mayores al 2050. Los rendimientos del ganado y el tamaño del hato aumentarán un 30% entre 2015 y 2050, en comparación con el escenario de Mundo Convencional. Además, se da un movimiento más agresivo hacia el desarrollo de biocombustibles de segunda generación. El escenario de Mundo Sostenible cumple también con una meta de cambio climático al presentar un aumento de la temperatura igual o inferior a 2 °C. Se dan además mayores inversiones en educación y salud que ayudan a asegurar que todas las niñas tienen acceso a la educación secundaria al año 2030 y que toda la gente tiene acceso a agua potable al año 2050. Estas dos rutas de desarrollo tienen resultados significativamente
distintos para las tierras y el agua. Bajo el escenario de Mundo Convencional, se espera que la superficie de cultivos cosechada total crezca globalmente un 0,23% por año, o 169 millones de hectáreas en total en el período 2005-2050. Las reducciones de las superficies de cultivos en varios países industriales y asiáticos se ven más que compensadas por los aumentos que se darán en África Subsahariana y América Latina. Muchas de las áreas de expansión, sin embargo, provendrán de áreas marginales y boscosas. En el escenario de Mundo Sostenible, es posible preservar importantes áreas forestales a través de contratos de áreas de cultivo por 116 millones de hectáreas al 2030, y por 201 millones de hectáreas al 2050. Más aún, la extracción total de agua es menor a los niveles del escenario de Mundo Convencional en 544 kilómetros cúbicos al 2030 y en 1.369 kilómetros cúbicos al 2050. De esta forma, este escenario libera grandes recursos para importantes necesidades domésticas y ambientales de agua. Los dos escenarios tienen también resultados divergentes en
relación con los precios de los alimentos y la nutrición. Como resultado del gran crecimiento de la productividad agrícola en el escenario de Mundo Sostenible, los precios medios de los cereales son 21% menores al 2030 y 39% menores al 2050, en comparación con el escenario de Mundo Convencional. Los precios significativamente menores de los alimentos bajo el escenario de Mundo Sostenible dan impulso a su asequibilidad y por lo tanto mejoran el acceso a los alimentos, aumentando así la disponibilidad diaria de calorías en el mundo en desarrollo en 496 kilocalorías per cápita al 2030 y 1.336 kilocalorías per cápita al 2050. Gracias a las nuevas y significativas inversiones agrícolas y sociales en los países en desarrollo, así como al uso más eficiente y a la preservación de los recursos naturales, el escenario de Mundo Sostenible arroja un resultado de 50 millones de niños malnutridos en 2050, en comparación con 115 millones en el escenario del Mundo Convencional, con una marcada disminución del 57%. En la India, por ejemplo, que alberga el mayor número de niñas y niños malnutridos, la proporción de estas niñas y niños disminuirá hasta un 27% en el escenario de Mundo Sostenible al año 2050, en comparación con un 39% en el escenario de Mundo Convencional.
Seguridad alimentaria sostenible en situaciones de penuria de tierras, agua y energía | Capítulo 03 | Índice Global del Hambre 2012
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