económico (véase el Recuadro 2.1). La proporción de personas subnutridas no disminuyó entre 1995-97 y 2006-08 e incluso mostró un aumento transitorio cercano a dos puntos porcentuales alrededor del año 2000- 02. La desigualdad social y el bajo estatus nutricional, educativo y social de la mujer son las mayores causas de la subnutrición infantil en esta región y han impedido las mejoras en el puntaje del GHI. Y aunque el África Subsahariana progresó menos que Asia
meridional en la década de 1990, ha logrado reducir la brecha a partir del nuevo milenio, con un puntaje del GHI en 2012 apenas por debajo del obtenido por Asia meridional. No obstante, el descenso global de Asia meridional fue mayor debido a que el África Subsahariana arrancó con un puntaje de GHI menor en 1990; el mismo aumentó en forma marginal entre 1990 y 1996, cayó ligeramente hasta 2001, y descendió de forma más acusada hasta el período reflejado por el puntaje del GHI 2012. Las guerras civiles a gran escala de las décadas de 1990 y 2000 concluyeron y los países anteriormente en conflicto se tornaron políticamente más estables. El crecimiento económico se reactivó en el continente y los avances en la lucha contra el VIH y el SIDA contribuyeron a una reducción de la mortalidad infantil en los países más afectados por la epidemia.
Desde 2001 las tasas de mortalidad infantil —tanto entre
infantes como entre niños y niñas menores de cinco años— han descendido en el África Subsahariana. Aunque todo un abanico de factores podría haber jugado algún papel, parece ser que la principal razón es la disminución en la prevalencia de malaria, lo que coincidió con el aumento en el uso de redes mosquiteras tratadas con insecticida y otras intervenciones contra la malaria (Demombynes y Trommlerová 2012). Otros factores que pueden haber contribuido a reducir las tasas de mortalidad incluyen las mayores tasas de vacunación y de nacimientos en centros médicos, las mejoras en cuidado prenatal y en acceso a agua potable e instalaciones de saneamiento, y los niveles crecientes de ingresos, que permiten una mejor nutrición y acceso a atención médica. La reciente crisis en el Cuerno de África, que se intensificó en
2011, no está reflejada en el GHI 2012. Esta crisis, y la situación actual en el Sahel (véase el Recuadro 2.2), demuestran que, aun cuando la situación en el África Subsahariana está mejorando, la seguridad alimentaria sigue siendo frágil en ciertas partes de la región y la vulnerabilidad ante las crisis sigue siendo alta.
RECUADRO 2.2 EL SAHEL: ¿CRISIS REPENTINA O PROBLEMA SISTÉMICO?
En el segundo trimestre de 2011, los medios empezaron a informar sobre una hambruna inminente en la región africana del Sahel. Se estimó que cerca de 18 millones de personas estaban en riesgo de inanición a causa, principalmente, de las pobres cosechas en varios países. La advertencia sobre la tan cercana crisis fue provocada por un gran déficit en la producción del 2011 —un descenso del 26% en los países del Sahel— en comparación con el año 2010. Sin embargo, tal estadística por sí sola es algo engañosa. El año 2010 fue un año récord de
producción y, cuando se lo compara con el promedio del quinquenio precedente, la producción de 2011 no parece estar tan dramáticamente por debajo de las tendencias recientes excepto en unos pocos países (véase la figura a la derecha). En conjunto, los ocho países del Sahel tuvieron un déficit acumulativo de apenas 3% en comparación con el promedio de los cinco años anteriores. En contraste, sus ocho vecinos costeros produjeron, en conjunto, un 9% más que el promedio del quinquenio anterior. En conjunto, la región entera del África occidental incluyendo a Chad produjo un 5% más que el promedio.
Aún más, la producción doméstica
es tan solo una de las fuentes para suplir la demanda local de alimentos. Las otras fuentes son las importaciones comerciales y la ayuda alimentaria. Cuando se contabilizan las importaciones comerciales, los niveles de oferta exceden por mucho la demanda local en cada país individual así como en la región de África occidental como un todo. En los países del Sahel, las importaciones comerciales llevaron el exceso neto de oferta a casi 600.000 toneladas métricas, sin considerar la ayuda alimentaria. El excedente neto de la Comunidad Económica de Estados de África occidental (ECOWAS, por sus siglas en inglés), sin considerar a Nigeria y Guinea, superó los dos millones de toneladas métricas. Níger presenta el segundo puntaje
más alto de GHI en África occidental y es por mucho el país más vulnerable de la región. Pero aún en este país el déficit de producción en 2011 no fue excepcionalmente grande de acuerdo con los estándares históricos, ni las cantidades cosechadas fueron excepcionalmente bajas en los años precedentes. De hecho, la producción ha aumentado a un ritmo parejo en los últimos años, aunque las tendencias son muy
variables. También en este país la producción doméstica y las importaciones comerciales han coincidido o excedido la demanda agregada cada año, aun sin considerar la ayuda alimentaria o el comercio informal transfronterizo (Eilerts 2012). La historia de los precios de los
alimentos en África occidental muestra que la situación de equilibrio alimentario en esta región es de hecho más estable que en otras regiones de África. Los precios han aumentado menos que en otras zonas del continente. Entonces, ¿por qué la crisis? El
problema real podría no ser una hambruna repentina, sino más bien la vulnerabilidad persistente y crónica entre ciertos segmentos de la población que no está siendo atendida de una forma sistémica. Operar en modo de crisis, como se hace en la actualidad, conduce a un estilo costoso de operación que pretende cubrir todos los frentes con intervenciones de corto plazo, y que deja intacta la raíz del problema. Este “enfoque de crisis” puede resultar efectivo para recaudar fondos pero puede entorpecer las propias políticas que se requieren para desarrollar mayor
resiliencia entre los
grupos más vulnerables. Dichas políticas requieren que los gobiernos nacionales
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Tendencias globales, regionales y nacionales | Capítulo 02 | Índice Global del Hambre 2012
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