completa de beneficios y servicios que proporcionan los ecosistemas para reflejar de forma completa el valor de los recursos naturales y establecer un conjunto de incentivos apropiados que ayuden a manejarlos de manera sostenible. Sin embargo, a ese fin, requieren información sobre qué tecnologías y rutas de desarrollo pueden promover de forma óptima la seguridad alimentaria, la mitigación de la pobreza y la sostenibilidad ambiental. Los vínculos entre el agua, las tierras, la energía y los alimentos
implican que necesitamos mejores formas de rastrear, supervisar y evaluar los impactos de las políticas que apoyan el uso sostenible de los recursos naturales. En el caso de los alimentos, la agricultura y la bioenergía, se necesitan nuevos indicadores para analizar, por ejemplo, las repercusiones de las estrategias relativas a los recursos naturales sobre la nutrición y la salud, así como sus efectos sobre las estrategias de seguridad alimentaria. Una vez que se establezcan, será posible desarrollar sistemas de supervisión con enfoques óptimos para generar las pruebas requeridas para establecer políticas acertadas. En años recientes, varias iniciativas han empezado a supervisar
los impactos socioeconómicos y ambientales de los sistemas agrícolas. Es importante que estas iniciativas desarrollen un amplio rango de indicadores que cubran los resultados concretos sobre el agua, la energía, el uso de la tierra, la alimentación, la nutrición y la salud. Además, los indicadores deben ser simples y de medición asequible, incluso para que los utilicen los propios organismos de los gobiernos de los países en desarrollo y los agricultores. Aun más importante es que tales sistemas de supervisión deben ser transparentes, y que los datos deben ser provistos de forma oportuna, de manera que permitan a los gobiernos, al sector privado y a la sociedad civil realizar ajustes en respuesta a los valores arrojados por los indicadores. La supervisión e investigación deberían conducirse con participación de los agricultores locales, particularmente los productores de pequeña escala, con el fin de integrar la ciencia moderna con los conocimientos locales. Su participación asegurará que las soluciones no sean “de talla única”, sino que se ajusten a las circunstancias específicas y den respuesta a las necesidades reales.
Abordar los factores causales de la escasez de recursos naturales
Abordar el cambio demográfico, el acceso de las mujeres a la educación y la salud reproductiva Economistas, demógrafos y responsables de la formulación de políticas han debatido extensamente acerca de las relaciones entre salud reproductiva, cambio demográfico y bienestar económico. En años recientes, sin embargo, un número creciente de estudios en varias disciplinas han mostrado que las disminuciones en fertilidad afectan la estructura de la población del país (véase, por ejemplo, Banco Mundial 2007; Joshi 2012). La estructura por edades de la población que emerge de los
cambios demográficos recientes tiene una tasa menor de dependencia (es decir, hay menos adultos mayores y menores de edad por cada adulto en edad de trabajar), lo que crea una ventana de oportunidad para el desarrollo económico. Los estudios han mostrado también que el acceso a los servicios de planificación familiar contribuye a una reducción en la fertilidad, lo que libera recursos de los hogares y permite a las mujeres hacer mayores inversiones en educación. Un mejor acceso
Jean Véa Dieudonné Jacmel, Haití
“En 10 años los precios de la tierra se han triplicado y se ha desarrollado una tendencia a pagar en dólares estadounidenses”.
“Deberíamos decir que las cosas han cambiado, pero no en la dirección correcta. El agua no alcanza para la población, y tampoco la electricidad. Todos los terrenos en las afueras de la ciudad se han convertido en barrios marginales”.
“Lo que debería hacerse para mejorar la situación es manejar mejor los recursos naturales que tenemos y controlar mejor la distribución de esos recursos”.
U Khwin Thein Poblado de Pauk, Myanmar
“Sé que el bosque alrededor de nuestra aldea fue devastado casi por completo. Cuando era joven, tal vez a los 20 años de edad, el bosque entre Pauk y nuestra aldea era muy denso. Nadie se atrevía a atravesarlo ni siquiera en horas del día”.
“De hecho, tal vez la situación podría mejorar con la introducción de fuentes alternativas de combustible distintas de la madera, y quizá también con el uso de fogones que usen el combustible eficientemente. Una vez tuve uno de esos fogones, hecho de arcilla. Lo tuve por mucho tiempo para mostrárselo a otros y motivarlos a usarlo. Pero yo mismo nunca pude usarlo porque nunca logré convencer a mi esposa…”
Índice Global del Hambre 2012 | Capítulo 05 | Recomendaciones de política
51
Page 1 |
Page 2 |
Page 3 |
Page 4 |
Page 5 |
Page 6 |
Page 7 |
Page 8 |
Page 9 |
Page 10 |
Page 11 |
Page 12 |
Page 13 |
Page 14 |
Page 15 |
Page 16 |
Page 17 |
Page 18 |
Page 19 |
Page 20 |
Page 21 |
Page 22 |
Page 23 |
Page 24 |
Page 25 |
Page 26 |
Page 27 |
Page 28 |
Page 29 |
Page 30 |
Page 31 |
Page 32 |
Page 33 |
Page 34 |
Page 35 |
Page 36 |
Page 37 |
Page 38 |
Page 39 |
Page 40 |
Page 41 |
Page 42 |
Page 43 |
Page 44 |
Page 45 |
Page 46 |
Page 47 |
Page 48 |
Page 49 |
Page 50 |
Page 51 |
Page 52 |
Page 53 |
Page 54 |
Page 55 |
Page 56 |
Page 57 |
Page 58 |
Page 59 |
Page 60 |
Page 61 |
Page 62 |
Page 63 |
Page 64 |
Page 65 |
Page 66 |
Page 67 |
Page 68 |
Page 69 |
Page 70