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similar de desarrollo económico, Sri Lanka logró niveles impresionantemente altos de alfabetización y de esperanza de vida a través de políticas orientadas al bienestar, inversiones en servicios públicos de salud y educación, y un compromiso con la equidad de género (Samarage 2006). Bangladesh se ha beneficiado de un progreso social de base amplia, y su vibrante sector no gubernamental, así como los programas públicos de transferencias, han ayudado a reducir la subnutrición infantil entre los más pobres. Bangladesh también ha logrado cerrar la brecha de género en educación mediante intervenciones públicas focalizadas y ha superado a la India en un abanico de indicadores sociales, entre los que se incluyen el nivel y la tasa de reducción de la mortalidad infantil (UNICEF 2012b; Banco Mundial 2005; Drèze 2004). El país también se halla comprometido con un seguimiento regular del estatus nutricional de la niñez. China presenta puntajes de GHI


menores a las predicciones basadas en su nivel de desarrollo económico. El país redujo sus niveles de hambre y subnutrición a través de un compromiso fuerte con la reducción de la pobreza, con intervenciones en salud y nutrición, y con un acceso mejorado al agua potable, el saneamiento y la educación. Brasil puso en marcha programas sociales focalizados con éxito (von Braun, Ruel y Gulati 2008). Desde 1992, Mozambique se ha estado recuperando de una guerra civil persistente y ha obtenido cierto crecimiento económico y cierta reducción de la pobreza (van den Boom 2011), junto con una reducción apreciable del hambre. En suma, los tres componentes del GHI mejoraron desde 1990. En la India, 43,5% de las niñas y


niños menores de cinco años padecen bajo peso (OMS 2012, con base en la Encuesta Nacional de Salud Familiar de 2005-06 [IIPS y Macro International 2007]): dicha tasa da cuenta de casi dos tercios del GHI del país, alarmantemente alto. Según los datos más recientes sobre subnutrición infantil, obtenidos entre 2005-10, la India ocupó el penúltimo lugar en bajo peso infantil entre 129 países, por debajo de Etiopía, Níger, Nepal y Bangladesh. Solo Timor-Leste tuvo una tasa mayor de bajo peso infantil. En comparación, solo 23% de los niños padecen


bajo peso en el África Subsahariana (aunque la India tiene una proporción menor que la de África Subsahariana2 de subnutrición entre su población). Debe destacarse que la subnutrición


infantil no es simplemente el resultado de la falta de alimento en el hogar. Existen otras muchas causas posibles, tales como la falta de vitaminas y minerales esenciales en la dieta, prácticas inapropiadas de atención y alimentación, o infecciones frecuentes, que a menudo son el resultado de servicios inadecuados de salud y ambientes insalubres. El bajo estatus de la mujer en la India y otras partes de Asia meridional contribuye a los pobres resultados en nutrición infantil de la región debido a que el desarrollo de los niños y niñas y el bienestar de las madres están fuertemente vinculados: un estado nutricional pobre en la mujer, un bajo nivel de educación y un estatus social bajo socavan su capacidad de dar a luz bebés bien nutridos y de cuidar y alimentar a sus niñas y niños adecuadamente (von Grebmer et al. 2010). De acuerdo con las encuestas de 2000-06, el 36% de las mujeres de la India en edad de procrear tenían bajo peso, en comparación con solo un 16% en 23 países del África Subsahariana (Deaton y Drèze 2009)3. La investigación ha mostrado que una


privación nutricional temprana causa daños duraderos en el desarrollo físico y cognitivo de niñas y niños, así como efectos posteriores en sus logros y su productividad económica (Victora et al. 2008). Tales hallazgos subrayan la urgente necesidad de atender el problema de la subnutrición infantil de manera efectiva, enfocándose particularmente en la ventana de 1.000 días que van desde la concepción hasta que el niño o la niña alcanzan su segundo cumpleaños. Aunque la reducción de la subnutrición infantil podría requerir un aumento en la producción de alimentos y mejoras en su distribución, tales medidas por sí solas usualmente resultan insuficientes. Los resultados de un estudio reciente del IFPRI indican que, ante la ausencia de mejoras concurrentes en salud y educación, solo cabe esperar impactos modestos del crecimiento económico en la subnutrición infantil en la India (Bhagowalia, Headey y Kadiyala 2012). Hace falta un enfoque multisectorial y bien coordinado para combatir


de manera exitosa la subnutrición infantil allí y en otros lugares (Headey, Chiu y Kadiyala 2011; von Braun, Ruel y Gulati 2008; Bhutta et al. 2008). En años recientes, la India ha


progresado en diversos frentes a fin de mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición y ha reconocido la necesidad de una acción multisectorial (Kadiyala y Menon 2012). El gobierno tiene en operación varios programas sociales de gran escala relacionados con la nutrición, pero el pobre diseño, la baja cobertura y el seguimiento insuficiente son retos continuos. En ausencia de información actualizada sobre los resultados relativos a la nutrición, la eficacia de los programas sigue siendo incierta. Como hogar de la mayoría de los niños y niñas subnutridos del mundo, la India necesita con urgencia sistemas para supervisar la subnutrición infantil y otros indicadores relacionados que generen datos a intervalos regulares, con el fin de mejorar el desempeño de los programas y de ampliar la escala de sus impactos (Kadiyala et al. 2012).


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A menos que el bajo peso infantil en la India se hubiera reducido a la mitad entre 2005-06 y 2008-2010 —lo que es extremadamente poco probable— esta afirmación se sostiene aun si el progreso en la reducción del bajo peso infantil se hubiera acelerado recientemente. Reconociendo la escasez de información actualizada sobre subnutrición infantil en la India, una alianza de organizaciones de la sociedad civil llevó a cabo una encuesta sobre nutrición en distritos seleccionados en 2011. Los hallazgos, a pesar de no ser representativos a nivel nacional, indican cierta mejoría: el bajo peso infantil cayó de 53% a 42% en los distritos más afectados entre 2002–04 y 2011, y la tasa de reducción fue menor en los distritos de mejor condición (Naandi Foundation 2011).


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En 2006–08, el 19% de la población de la India padecía subnutrición, y la proporción era del 27% en el África Subsahariana (FAO 2011a).


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Este número es el promedio ponderado según la población para todos estos países, que comprenden alrededor de dos tercios de la población total del África Subsahariana.


Índice Global del Hambre 2012 | Capítulo 02 | Tendencias globales, regionales y nacionales


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