SEGURIDAD PÚBLICA
en que el temor a la violencia ha llevado a la adopción de medidas represivas que no han servido para eliminar o contro- lar fenómenos que requieren soluciones más profundas. El considerar una política de Seguri-
dad Ciudadana va más allá de crear so- lamente un distracto nacional, es buscar realmente una solución a un problema complejo donde los resultados a la fecha son inciertos. Se tienen que analizar to- das las causas y los medios con los que se pueden reducir y controlar la crimi- nalidad, así como utilizar el precepto de la seguridad profesional que dice: “Si se identifican los motivos, se encuentran las soluciones y se resuelven los proble- mas”. Partiendo de esto debemos cues- tionarnos si realmente se ha realizado un estudio sobre las verdaderas causas que originaron este cambio conductual hacia la delincuencia. Gabriel García Márquez en uno de
sus escritos establece: “Somos conscien- tes de nuestros males, pero nos hemos desgastado luchando contra los sínto- mas mientras las causas se eternizan”. Esto nos refleja una gran verdad, pues tan importante es combatir la delin- cuencia y la violencia, como identificar las causas que la originaron. El narcotráfico no es un delito de la
modernidad, tiene cientos de años pre- sente en casi todas las civilizaciones; sin embargo, la delincuencia y violencia extrema se han presentado sólo en algu- nos cuantos países, como Estados Uni- dos, Italia, Colombia y, en la actualidad, México. Esto no quiere decir que en otras naciones no exista violencia, pero los ín- dices no llegan a ser tan alarmantes. El estudio e identificación de los mo-
tivos que provocan la violencia fue la solución para los países que padecían fuertes actos violentos e índices de in- seguridad alta, de esta manera lograron reducir la delincuencia con éxito. No se trata de erradicar totalmente la cri- minalidad; esto resultaría utópico por cuanto la contravención y el delito son fenómenos sociales ligados a la existen- cia misma de la sociedad. Lo que debe pretenderse es conseguir control de los factores negativos. Un programa de Seguridad Ciudada-
na, independientemente del combate de la autoridad, debe integrar la formulación de una política especial a través de siste- mas de seguimiento y control esenciales para hacerla eficaz. Otros puntos impor- tantes que deben tomarse en cuenta son:
· Conocimiento profundo de los fenó- menos delictuales, características y
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· Otorgar facilidades a las empresas en desarrollo para que puedan alcanzar equilibrio económico y continuidad de operaciones. En tiempos pasados los gobiernos de los estados otorga- ban terrenos y exención de impues- tos a las empresas que pusieran sus desarrollos en su entidad y les daban toda clase de facilidades para iniciar sus operaciones.
· Combatir las adicciones tempranas de sustancias prohibidas, principal- mente en centros escolares, realizan- do pruebas antidoping a los maes- tros y personal administrativo de las escuelas, así como a los estudiantes. Todo esto complementado con pro- gramas psicológicos de recuperación y saneamiento de adicciones.
tendencias de la criminalidad. Esto se logrará con ayuda de métodos mo- dernos de investigación y el aporte de todos los sectores de la comunidad.
· Que la sociedad establezca un com- promiso de responsabilidad, apego a normas, respeto a la autoridad y participación activa en los medios de solución.
· Los partidos políticos deben aceptar que la democracia es una forma de organización de grupos de personas, cuya característica predominante es que la titularidad del poder resi- de en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad colectiva de los miembros del grupo.
· Legislación penal y policía armónica, actualizada, adecuada y estable, así como la intervención de especialistas en materia de seguridad.
· Que los movimientos políticos de apoyo o rechazo no sean medios de bloqueo de calles y carreteras con afectación a miles de ciudadanos.
· Que se analice el sistema educativo y establezca un binomio de formación de buenos ciudadanos y personas con conocimientos académicos.
· Incentivar la creación de fuentes de empleo por medio de apoyos a quie- nes desarrollen nuevas tecnologías en todos sus ámbitos y la búsqueda de competitividad, en lugar de ser simplemente maquiladores del ex- tranjero.
· Hacer prevalecer la justicia respetan- do los derechos humanos de las per- sonas que en ocasiones son violenta- dos por los sistemas de impartición de justicia, la corrupción y la falta de capacidad de algunos funcionarios.
Los índices de violencia
e inseguridad han crecido de manera importante
en diferentes entidades de México
· Integrar a la seguridad privada profe- sionales en el estudio de la seguridad y que puedan aportar sus ideas, expe- riencias y destrezas dentro de lo que ha sido su ámbito de participación dentro de la seguridad.
· Luchar contra el delito y la violencia no es suficiente, también se necesi- ta el fortalecimiento de la Policía, en medios humanos o materiales y la ex- pedición de medidas represivas de ca- rácter penal o policiaco que consigan controlar y disminuir la criminalidad.
El contenido de la presente colabo-
ración no tiene la intención de diseñar en detalle lo que podría ser una política de Seguridad Ciudadana, es sólo un en- sayo que recopila partes fundamentales de estrategias que han funcionado en otros países y agregar lo que se puede considerar importante para crear un mejor sistema de seguridad en forma integral y con participación de diferen- tes sectores. n
* Acerca del autor
- José Luis Rojo y Arabi, CPP, CPO, DSE, es presidente de la Asociación Nacional de la Industria de la Seguridad (ANAINSE). Si desea conocer más acerca del autor, consulte su CV en:
seguridadenamerica.com.mx/colaboradores
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