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Reputación y Sostenibilidad


De hecho, otras organizaciones de la sociedad


civil, como las ONGs, los sindicatos o las organizacio- nes de consumidores, realizan lobby tanto o más – y, por supuesto, asistidas de la misma legitimidad para hacerlo que las empresas – que el propio mundo de la industria y los negocios. Quizás, al haber realizado las ONGs y otras orga-


nizaciones del tercer sector un esfuerzo por tratar de situarse en un terreno de superioridad moral sobre el supuestamente ocupado por las empresas y sus intereses, sus actividades de lobby no han sufrido el mismo nivel de escrutinio que las de las empresas. Por lo tanto, conviene el informe de la ONU que,


aunque el lobby no ha sido, ni mucho menos, una prác- tica que normalmente haya sido percibida como un fe- nómeno virtuoso, este se desarrolla de muchas formas diferentes, en distintos niveles y por diferentes actores que no, siempre, son necesariamente, empresas. Lo que sí se propone por parte de AccountAbility


es que todas las organizaciones que utilicen el Lo- bby de forma habitual – y no sólo las empresas de- ben darse por aludidas – están obligadas a adoptar un modelo de Lobby Responsable. De hecho, en la práctica, esto ya está sucediendo de forma creciente en aquellas empresas y negocios que quieren cons- truir relaciones satisfactorias y a largo plazo con las Administraciones Públicas y con la sociedad civil. En definitiva, el informe de la ONU cierra el cír-


culo virtuoso sobre un nuevo modelo de Lobby Res- ponsable exigiendo, por un lado, a las empresas y a las ONGs a que se comprometan en colaborar en la consecución de políticas públicas y prácticas de gobierno eficaces y haciendo un llamamiento, por otro, a las Administraciones Públicas para que estén abiertas al papel positivo que las empresas y el mun- do de los negocios deben jugar en la formulación de políticas públicas. Toda una declaración de intenciones que repre-


senta un salto cuántico en el entendimiento de to- dos los estamentos de la sociedad sobre cómo debe realizarse la práctica legítima de la gestión de las re- laciones con el Stakeholder Regulador. Sin duda, este modelo del Lobby Responsable


es una propuesta válida y constructiva para encon- trar un marco de referencia comúnmente aceptado por el Regulador, las empresas, las ONGs y las orga- nizaciones de la sociedad civil para colaborar en la formulación de políticas públicas.


Es una solución ganadora para todos dadas las in-


numerables ventajas que se derivan de este modelo. En primer lugar, el reconocimiento de que el Lo-


bby ofrece una magnífica oportunidad para mejorar el impacto positivo de una compañía en la sociedad acaba con años de misterio y oscurantismo sobre di- cha práctica.


Sin duda, el concepto del Lobby Responsable es un marco moderno de entendimiento de la porosidad que debe existir entre el Regulador y las organizaciones, empresariales o no, que forman el tejido civil de una sociedad abierta.


Y no sólo el que se haya podido practicar por


parte de las empresas porque el estudio de Accoun- tAbility reconoce, también, que el lobby de las ONGs y los representantes de la sociedad civil está siendo cuestionado. Por ende, esta oportunidad se reconoce como


legítima y en un plano de igualdad moral tanto para las empresas como para las ONGs, que debe- rían aprovechar la oportunidad de ir más allá de la mera defensa de sus agendas individuales y ayudar a mejorar la capacidad de las Administraciones Pú- blicas para formular políticas públicas razonables, efectivas, proporcionadas, basadas en información contrastada y científica. Sin duda, el concepto del Lobby Responsable es


un marco moderno de entendimiento de la porosi- dad que debe existir entre el Regulador y las orga- nizaciones, empresariales o no, que forman el tejido civil de una sociedad abierta. Sin embargo, para las empresas - y no sólo para


ellas, sino para las ONGs y los propios tomadores de decisiones también - este concepto es un llama- miento a la acción para que sus legítimas actividades de lobby cumplan con los requisitos imprescindibles de la buena gobernanza. Esto significa tener perfectamente alineada la


práctica de lobby con la Visión, la Misión y la Direc- ción Estratégica del negocio, que dicha práctica esté en consonancia con los Valores de la organización,


Mayo 2011 Campaigns&Elections 49


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