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Lula: El político más Popular del Mundo


Los Amarres Electorales hacia 2012


después frente a Fernando Henrique Cardoso en 1994 y 1998. Sin embargo, incrementó su porcentaje de vo- tos de 17% en 1989 a 27% en 1994 y a 32% en 1998. Después de las derrotas electorales, al final de los


años noventa, Lula estuvo a punto de retirarse de la política. Sin embargo, hizo algo más audaz: se rein- ventó a sí mismo y transformó su plataforma política. Abandonó sus desplantes excesivos, comenzó a usar trajes, y contrató a un entrenador para mejorar su ar- ticulación y discursos (‘speech coach’) y a un experto en mercadotecnia política. Además, moderó sus po- siciones de extrema izquierda.


El triunfo de un candidato de izquierda fue considerado como un suceso histórico que manifestaba la consolidación de la democracia en Brasil.


En el aspecto político, Lula amplió la base de su


partido, pues creía que no sería posible lograr triun- fos a nivel nacional sin formar alianzas ni contar con la participación de actores económicos importantes. Por ello, en 2002 el PT fue en alianza con un peque- ño partido de derecha y Lula canalizó esfuerzos para cortejar a líderes empresariales en Brasil y en el ex- tranjero. El manifiesto del PT para esas elecciones evidencia algunas posiciones encontradas producto de su nueva estructura política, aunque siguió pro- nunciando un compromiso con los pobres, la partici- pación de las bases populares del partido y la ética en el Gobierno. El partido se comprometió a erradicar el hambre y crear una nación con una alta autoestima, generosa y con perspectivas internacionales.


Al final, el triunfo Una fecha clave en la carrera política de Lula fue junio de 2002. Iba adelante en las encuestas de la contienda presidencial, cuando súbitamente la eco- nomía de Brasil sufrió una caída causada por la pre- ocupación de inversores debido a su posible triunfo. Lula respondió con una “Carta al Pueblo Brasileño,” en la que se comprometió a cumplir con los contra- tos adquiridos por el Gobierno, pagar las deudas del país, aceptar los requerimientos del Fondo Moneta- rio Internacional y, en general, a regirse por las reglas


40 Campaigns&Elections Mayo 2011


del mercado. Algunos analistas consideran que esta decisión fue la apuesta política de su vida. Miembros de su partido lo acusaron de traicionar sus convic- ciones para complacer a los intereses capitalistas. Los líderes empresariales e inversionistas no dejaron de mostrar preocupación y era aún incierto si con- fiarían en él. Finalmente, Lula fue electo presidente en su


cuarto intento, en la segunda ronda de las eleccio- nes presidenciales brasileñas de octubre de 2002. El triunfo de un candidato de izquierda fue conside- rado como un suceso histórico que manifestaba la consolidación de la democracia en Brasil. Sin embar- go, la llegada de Lula a la presidencia aún generaba dudas en Brasil y en el extranjero. Después de su primer período en la presiden-


cia, Lula fue reelecto en las elecciones de octubre de 2006, pero con una base política y social radi- calmente diferente. Por primera vez, Lula aseguró el apoyo abrumador de los sectores de la sociedad más pobres y los menos educados, concentrados mayoritariamente en el norte y el noroeste del país. Sin embargo, esto no fue suficiente para asegurar la victoria en la primera ronda, debido en parte a que su imagen había sido afectada por escándalos de co- rrupción en su Gobierno. ¿Cómo pudo Lula, entonces, terminar su manda- to con el apoyo abrumador del pueblo brasileño?


Los antecedentes y el nuevo modelo de Lula La transformación económica y social de Brasil que hizo tan popular a Lula no ocurrió repentinamente. Los primeros pasos ya se habían tomado en los no- venta, principalmente durante el Gobierno del presi- dente Cardoso, cuando Brasil implementó reformas económicas estructurales. Durante ese período, se combatió la inflación y se introdujeron leyes que obligaban a los Gobiernos locales y federales a con- trolar la deuda pública. El Banco Central recibió auto- nomía y se le otorgó la responsabilidad de mantener la inflación baja y regular los bancos. La economía se abrió al libre comercio, muchas compañías estatales fueron privatizadas. Analistas consideran que Lula heredó una plataforma económica estable que ha- bía sentado las bases para el crecimiento. Sin embargo, Lula logró diseñar un modelo pro- pio. Aunque mantuvo algunas políticas de Cardoso


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