[ R SEGUNDO ACTO
ecordé esta anécdota hace unos meses, en un multitudinario acto de lanzamiento de un candidato a la presidencia vía pri- marias opositoras. Un acto emocionante
y pleno a rebosar. Gratamente me reencontré con muchos de los participantes en las reuniones de aquellos días. Uno de ellos, Armando Briquet, fue la primera persona a quien escuché argumentar sobre la pertinencia del postchavismo, con clarivi- dencia histórica, y como opción contrapuesta a la del mucho más simplista “antichavismo”. En el acto me encontraba sentada cerca del an-
fitrión de aquellos ya lejanos días de 1998, Casa- nova, quien acababa de escribir un libro titulado “Bifurcación: entre una visión neocomunista y una visión creadora”. Es, a mi juicio, un libro im- prescindible en el que Roberto disecciona, con la claridad cartesiana que le caracteriza, dos mode- los y sus conceptos básicos, dos claras opciones para un país, en un momento histórico: éste. El libro Bifurcación define dos esquemas por los
que puede optar una sociedad contemporánea: la que modela una planificación central, de es- tatismo, de propiedad social y de lucha de clases o, por el contrario, la que opta por un modelo de li- bertades civiles, de pluralismo ideológico, de emprendimiento y promoción de las iniciativas particulares. La bifurcación en- tonces define el contraste entre los dos senderos posibles. No es un libro neutro, no pretende ser el fiel de la balanza. Se pronun- cia con claridad por uno de los dos esquemas, en el que el “de- sarrollo signifique el despliegue de nuestra libertad creadora de riqueza, de conocimiento, de cul- tura, de comunidad”, y en donde los pobres estén incluidos, con la convicción de que “nuestro pro- blema social no es de lucha de clases sino de inclusión”. Bifurcación es un texto post-
chavista, en el sentido que no hace a Chávez centro del debate, muy por el contrario: interpreta tanto a Chávez como a las cau- sas que lo generaron como parte de parecida visión rentista de la sociedad. En cierta forma, como Roberto sostiene, “el neocomu- nismo es la fase superior del estatismo”. Pero es también
Marzo • Abril 2012
postchavista cuando mantiene que sólo una parte del llamado chavismo comparte el proyecto neco- munista que la élite dominante intenta imponer en cámara lenta y que el encuentro de los sectores moderados - chavistas y opositores - es un requi- sito para la reconstrucción democrática del país. Mientras tanto, en el centro del acto de lanza-
miento, el candidato esbozaba una visión de una so- ciedad más próspera y más justa. En el momento de la bifurcación nos convocaba a elegir el camino correcto otro de los contertulios de aquellos tiempos. El orador hablaba de un sendero de progreso, de oportunida- des, de solidaridad, de seguridad y de equidad. De la educación como pivote central de un progreso social sostenido. La educación pública de calidad como pa- lanca del desarrollo inclusivo con equidad. Henrique Capriles Radonski mostraba el camino en una visión del futuro promisoria y posible, y nos invitaba a todos a subir en ese autobús del progreso. El intelectual identificaba la bifurcación y el po- lítico señalaba el camino. Nunca ha sido distinto.
DE BIFURCACIONES Y CAMINOS
“NUESTRO PROBLEMA SOCIAL NO ES DE LUCHA DE CLASES SINO DE INCLUSIÓN”.
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