This page contains a Flash digital edition of a book.
[


EL COMPLEJO DE ZELIG EN LA TOMA DE DECISIONES


Controlar la situación asumiendo su total res- ponsabilidad frente a lo que su equipo de consejeros y el entonces secretario de defensa Bob McNamara le sugirieron, le dio la confianza necesaria e incluso supo aprender de sus errores, demostrando un solo año después, en 1962 cuando la Unión Soviética co- locó misiles en Cuba amenazando directamente a los EEUU, que Kennedy dominaba la situación y que supo evitar los errores cometidos en la Bahía de Co- chinos, diseñando un plan de acción con el bloqueo a la isla, e imponiéndose con más garantías de éxito que en la ocasión anterior y evitando una posible nueva guerra mundial. Cuando se tiene el control


de la situación comienza la con- fianza en uno mismo. Cuando reconocemos cada una de las ap- titudes y habilidades innatas que disponemos, se toman decisiones basadas en nuestra valía y es en- tonces cuando se descubre lo que más nos conviene. Cada vez que se complace a otro cambiando nuestra verdad por la suya, se re- nuncia a algo de nuestro poder. Cuando uno se olvida de quien es y entrega las riendas de su vida a otros, deja que los demás decidan por él. Como Zelig. Para generar confianza en el


sean adecuadas en el futuro. Las decisiones suman o restan y ante una de ellas vale preguntarse si lo hacemos como un acto de autoestima o es un acto de autosabotaje. Y si no que se lo pregunten a Bill Clinton cuando justificó la sesión de sexo oral con la becaria Mónica Lewinsky en su despacho con la frase “Lo hice porque podía hacerlo”. Y así es, el poder ciega. Y en muchas ocasiones nos llevan a conduc- tas de autosabotaje. No es lo que hizo, cuyo acto tuvo gran relevancia si lo ponemos enfrente de algunos valores, sino la decisión que tomó en su forma de co- municarlo y el autoengaño de justificación. El aceptarse uno mismo es


“CUANDO SE DISPONE DE UN BUEN PLAN DE


ACCIÓN UNIDO A UNA ESTRATEGIA SE TOMAN


DECISIONES QUE NO SIEMPRE SON DIVERTIDAS, FÁCILES,


entorno político uno necesita dar ejemplo y preguntarse si las deci- siones que se toman aportan una satisfacción a largo plazo y no un premio inmediato. Las decisiones tomadas en el calor del momen- to, sin pensar en las consecuen- cias, son elecciones basadas en la gratificación inmediata. Cuando tomamos decisiones respondien- do a arrebatos, a impulsos o a un antojo, y lo he escuchado en más de una ocasión de algún despa- cho municipal, podemos estar seguros que se trata de decisiones inmediatas y no de satisfacciones a largo plazo. Cuando se dispone de un buen plan de acción unido a una estrategia se toman decisiones que no siempre son divertidas, fá- ciles, populares o atrayentes, sin embargo son éstas las que nos llevan a los resultados marcados con un fin, con un propósito, y nos acercan más a la conse- cución de las metas marcadas. Es bueno preguntarse ¿Cuál es el motivo de op-


tar por soluciones rápidas y preferir sufrir las conse- cuencias después? Recordar cada día el motivo por el cual se está en política y porqué una persona des- conocida confió en un político determinado, y no en otro, es un primer paso para tomar decisiones que


POPULARES O ATRAYENTES,


SIN EMBARGO SON ÉSTAS


LAS QUE NOS LLEVAN A LOS RESULTADOS


MARCADOS CON UN FIN”


la tarea más difícil e importan- te que se tiene como individuo y que tenemos en nuestra vida. Amarnos significa amar todo lo que somos, la persona brillante y guapa, o la imperfecta y estú- pida, la altruista y la egoísta, la valiente o la temerosa. Significa amar, honrar y aceptar comple- tamente lo que somos. Nos con- vertimos en maestros del disfraz, queriendo siempre esconder las cosas que no nos gustan de no- sotros mismos. Nos negamos el derecho de conseguir lo que queremos e inconscientemente transmitimos a los demás la fal- sa percepción de que es normal. El autosabotaje lo produci-


mos de muchas formas, cada vez que nos permitimos una distrac- ción momentánea que nos aleja de nuestras metas, cada vez que nos comparamos con otra per- sona y no nos encontramos a la altura, cada vez que contempla- mos nuestra vida y nos decimos “esto no es lo que quiero” (por miedo) justificando por ejemplo las decisiones del partido cuan- do van en contra de lo que real-


mente uno piensa y siente, y esto se convierte en una limitación importante. Por ello llega una nueva pregunta que despeja du-


das: ¿esta decisión me da poder o me lo quita? Aquí el poder va asociado a propulsar, a dar, a sentirnos fuertes, vivos y notamos la energía vibrante en nues- tro cuerpo. Cuando se toman decisiones que nos dan poder nos situamos en el momento presente, y cuan- do nos sentimos con más poder podemos acceder a niveles de conciencia superiores: nuestra mente está tranquila y vacía del habitual parloteo negativo. No hay que olvidarse de que nuestros pen-


samientos diseñan nuestro destino y uno de los cambios más importantes que se pueden hacer es


Marzo • Abril 2012 51 43


[


Page 1  |  Page 2  |  Page 3  |  Page 4  |  Page 5  |  Page 6  |  Page 7  |  Page 8  |  Page 9  |  Page 10  |  Page 11  |  Page 12  |  Page 13  |  Page 14  |  Page 15  |  Page 16  |  Page 17  |  Page 18  |  Page 19  |  Page 20  |  Page 21  |  Page 22  |  Page 23  |  Page 24  |  Page 25  |  Page 26  |  Page 27  |  Page 28  |  Page 29  |  Page 30  |  Page 31  |  Page 32  |  Page 33  |  Page 34  |  Page 35  |  Page 36  |  Page 37  |  Page 38  |  Page 39  |  Page 40  |  Page 41  |  Page 42  |  Page 43  |  Page 44  |  Page 45  |  Page 46  |  Page 47  |  Page 48  |  Page 49  |  Page 50  |  Page 51  |  Page 52  |  Page 53  |  Page 54  |  Page 55  |  Page 56  |  Page 57  |  Page 58  |  Page 59  |  Page 60  |  Page 61  |  Page 62  |  Page 63  |  Page 64