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ARTÍCULO


a La revitalización de la democracia, re-


quiere por lo tanto, que el debate político en todos los niveles, así como su presen- tación al público, adquiera algo de las na- rraciones emocionalmente atractivas que ofrecen, por ejemplo, las telenovelas (en las que encontramos las emociones bási- cas de la comunicación persuasiva: amor, pasión, odio, miedo, deseo y esperanza). A la objeción de que la democracia


debe ser una competencia racional, y que la emotividad es la antítesis de un proceso político equilibrado y maduro, sostengo una simple réplica: la psicología contem- poránea reconoce que lejos de ser una di- cotomía de oposición, sentimiento y razón están intimamente interconectados y son complementarios. Bajo mi punto de vista invitar al com-


promiso emocional es facilitar un discurso racional.


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“EMOCIONALIZACIÓN” CONTEMPORÁNEA Realmente, los políticos siempre han uti- lizado las emociones como modo de per- suasión, tal y como ya describre Aristóte- les en la Retórica. Por ejemplo la apelación al miedo, una técnica ya muy usada tanto en publicidad comercial y política. Con el fin de llegar a las entrañas del


corazón, a lo largo de la historia, se han usado elementos como la inocencia de la infancia, la vulnerabilidad humana, el or- gullo nacional o la fuerza del liderazgo. Pero en ello encontramos una concep-


ción limitada de emocionalidad, como un mero aspecto transparente y “comparti- mentado” y no como un concepto holísti- co de la condición humana. Sin embargo, un discurso contempo-


ráneo sobre la emocionalidad debe con- templar una concepción diferente de la emoción y sus efectos en la vida diaria. De tal manera que si integramos parte de la teoría psicodinámica con teoría social (Ri- chards & Brown, 2002), podremos enten- der emoción como:


a


Una dimensión intrínseca y continua de la función humana. No sería por tanto una respuesta a cierto episodio (como un dis- curso o una escena en un comercial)


Marzo - Abril 2013


LOS POLÍTICOS SIEM- PRE HAN UTILIZADO


LAS EMOCIONES COMO MODO DE PERSUASIÓN, TAL Y COMO YA DESCRI- BRE ARISTÓTELES EN LA RETÓRICA. POR EJEM- PLO LA APELACIÓN AL MIEDO, UNA TÉCNICA


YA MUY USADA TANTO EN PUBLICIDAD COMER- CIAL Y POLÍTICA.


b


Es compleja, contradictoria y “oscura”. No es fácilmente observable o entendible.


c


No solo es expresiva o catárquica, sino también reflexiva. Hay una tendencia al conocimiento y al proceso de vida emo- cional: áreas de la emoción complicadas como la ansiedad o el conflicto han de ser confrontadas y manejadas, en vez de ig- noradas o negadas.


d


Son cada vez mayormente reconocidas como la propia identidad. Narrativas emo- cionales sobre sentimientos y relaciones proveen de material para narrativas con- temporáneas sobre uno mismo.


La política crece cada vez más a través


de esas narrativas, las cuales son construi- das alrededor de los políticos como indi- viduos, como si fueran una figura pública cualquiera. Estas narrativas son psicológi- camente realistas, lo que significa que in- cluyen emociones tales como la ansiedad, el conflicto y dilemas, factores que encon- traremos en nuestra vida diaria. Estas características indican además


las diferencias claves entre el pasado y el presente de la emocionalidad cultural como un todo, no solo en comunicación política. Podemos encontrar el origen de estos cambios culturales ya en el roman- ticismo, aunque su aplicación a la comu- nicación se debe a su implementación en la psicología y en el psicoanálisis en su proyecto de explorar la vida de los senti- mientos (Rief, 1966). Debido a esta nueva cultura, una polí-


tica emocional tendrá muy en cuenta y de forma especialmente cuidadosa los senti- mientos de la gente. Las narrativas complejas y reflexivas


que la caracterizan serán las que dominen todas las facetas del ser humano bajo lo que Barthes (1988) llamó “Los grandes temas oníricos”. Para su aplicación directa en los mensajes políticos, debemos hacer- lo desde un punto de vista psicológico y encontrar una puerta abierta de las mu- chas que tiene el ser humano en su vida emocional.


Desde el punto de vista de la teoría


psicodinámica (Barry Richards, 2004) po- demos establecer varios ejes temáticos: Dependencia vs Autonomía Pérdida y luto Género y sexualidad Autoridad y potestad (incluida la rela-


ción líder-seguidor) Rivalidad (dentro y entre generaciones) Culpabilidad y perdón


Toda la comunicación girará sobre


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