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DESASTRES NATURALES Y LIDERAZGO POLÍTICO
DESASTRES NATURALES Y LIDERAZGO POLÍTICO
52 JIMMY
CARTER En 1980 voló sobre el volcán en erupción Mount St. Helens, en Washington. Esta imagen que acompañó su gestión le
llevó a obtener una valoración positiva por parte de la población americana.
L Enero - Febrero 2013
as crisis son un factor determinante en la construcción de la narrativa de los políticos. Estas pueden contri- buir a perfilar el carácter y la imagen que se quiere proyectar, convirtién- dose en una oportunidad o, al con- trario, resultar el escenario en el que cometer grandes errores. Es duran- te las crisis cuando se escenifica el
verdadero potencial del papel de ‘Comandante en Jefe’. Los desastres naturales dejan a la vista las carencias y/o fortalezas que tiene una determinada Administración. El presidente/gobernador/alcalde (cuya misión es dar respuestas a la ciudadanía, ofrecer información a los medios, gestionar la comunicación interna y -de manera integrada, coordinada y global- todos los aspectos que influyen en una situación de crisis) debe mostrar una ac- titud prudente -evitando politizar el desastre- y aprove- char los recursos a su alcance, estando donde debe estar en el momento en que debe estar. En 1980 el entonces presidente Jimmy Carter voló
sobre el volcán en erupción Mount St. Helens, en Wash- ington. Esta imagen que acompañó su gestión le llevó a obtener una valoración positiva por parte de la pobla-
POR ANTONI GUTIÉRREZ
ción americana. Reagan también resultó beneficiado por algunas fotografías tomadas sobre el terreno du- rante las inundaciones causadas por el río Mississippi. No obstante, estar ahí no es suficiente, es el cómo lo que resulta fundamental en la valoración de la imagen. Ejemplos no tan afortunados, en este sentido, serían la gestión de Bush hijo durante el huracán Katrina de 2005 y de Bush padre con las víctimas del huracán Andrew en el sur de Florida (para algunos determinante en la pérdi- da del Estado en las elecciones). En este caso, no importa que el político esté actual-
mente en activo y no tenga ningún interés en presentar- se a unas elecciones -o incluso, no pueda-, las crisis con- llevan siempre una cuota electoral determinante. Sus acciones (y sus consecuencias) están siendo evaluadas de manera constante y, en este contexto de crisis y/o ca- tástrofes, los ojos del mundo entero están fijados en él. El caso más reciente ha sido el del huracán Sandy a su paso por la Costa Este y a una semana de que se de- finieran las elecciones presidenciales americanas. En ese momento, el candidato republicano, Mitt Romney, había conseguido reducir la distancia en las encuestas que hasta entonces había liderado el presidente Barack Oba- ma. Gracias al buen papel desempeñado en los debates
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