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DE MENÚ: HAMBURGUESA Y SALCHICHA
mos) y nuestro capital cultural (educación y formación). Añadiremos al guiso unas gotas de nuestro licor, un
cuarto activo casi tan importante como cualquiera de los otros tres, el denominado por la socióloga Catheri- ne Hakin: el capital erótico. Un capital formado por un elemento que pertenece a la vida privada, la sexualidad, pero acompañado de otros cinco elementos que son de ámbito público: la belleza, el atractivo sexual, el don de gentes, la vitalidad y nuestro aspecto o presentación. Analicemos y comparemos el capital erótico que
atesoran Michelle Obama y Angela Merkel. La diferencia entre ambas damas del imperio es tan evidente, que re- sulta del todo imposible, encontrar punto de unión algu- no, de afinidad, ni siquiera de aproximación cercana. Las dos ejercen su poder real y subliminal sobre todos y cada uno de nosotros y, aunque ninguna de ellas responde a los cánones actuales de belleza, una aprovecha y destaca con más efectividad su capital erótico que la otra. Al gus- to estético del lector dejo la resolución de la adivinanza. No se trata de convertirlas en cotizadas modelos de
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MICHELLE OBAMA Foto:
www.whitehouse.gov
INDEPENDIENTEMENTE DE QUE LOS ASESORES DE IMAGEN HACEN UNA GRAN
LABOR, VÉASE EL GRAN ABISMO ENTRE LA MICHELLE OBAMA DEL 2009 Y LA DEL 2012
meras gotas de lo que denominaremos el capital erótico. Para ello, nada mejor que acompañar esa nueva sa-
via con un menú digno para su catación… El maridaje perfecto, como ejemplo esclarecedor,
será acompañar a nuestro néctar de dos artículos cárni- cos… hamburguesa y salchicha. La una importada desde la capital del mundo (Washington), y la otra desde su su- cursal europea (Berlín). Michelle Obama y Angela Merkel. Utilizaremos para la elaboración de la receta los in-
gredientes clásicos ya definidos por el ilustre sociólogo francés, Pierre Bordieu. El género humano posee, en lo social, de tres únicos activos personales: nuestro capital económico (la riqueza que poseemos), nuestro capital social (a quien conocemos y en qué círculos nos move-
Enero - Febrero 2013
pasarela o de alta costura, porque para ello es necesario poseer algunos genes que, desgraciadamente, la divina providencia a no todos los mortales concede, pero lo que la genética nos niega se puede solucionar con las nuevas técnicas de imageniería social, el Personal Bran- ding. Una vez analizados los distintos parámetros, nos permiten tener claro unos puntos y normas básicas que no debemos transgredir o, que debemos potenciar para ofrecer nuestro mejor yo, que no deja de ser una mues- tra de respeto hacia los demás. Muestra de respeto que debe ser valorada y que se incrementa exponencialmen- te si en nuestra vida diaria estamos expuestos a todas horas a las miradas del resto del planeta. Añadamos pues a los ingredientes, las especias ne-
cesarias para su aderezo: morfología, armonía, vestua- rio y rostro. Analizando estos detalles podremos realizar una radiografía precisa de cualquier persona y así sacar su mejor yo.
Independientemente de que los asesores de ima-
gen hacen una gran labor, véase el gran abismo entre la Michelle Obama del 2009 y la del 2012, es básico y fundamental saber cómo potenciar el capital erótico de una persona, por si, como es el caso de Angela Merkel o carece de asesores personales (que no creo) o su tan agi- tada agenda de recortes ocupan la totalidad de su tiem- po vital, dejando para mejor ocasión las recomendacio- nes profesionales… recomendaciones que estimo serían bien agradecidas por aquellos a los que se empeña en empequeñecer. Lo que sí es evidente para la que suscri- be este artículo, es que con recortes o no, a la señora Merkel, le queda un largo camino por explorar y recorrer, para aproximarse a lo que entendemos por medidas y características perfectas. Analicemos la morfología. Además de conocer qué tipo de cuerpo tenemos, es necesario también descubrir si se trata de una figura proporcionada, es decir: ¿Las piernas son largas o cortas? ¿El talle superior y el inferior están proporcionados? ¿El cuello es ancho y corto? ¿Los
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