This page contains a Flash digital edition of a book.
[


CAMPAÑAS POLÍTICAS EN LA CRISIS DEL PERIODISMO


CAMPAÑAS POLÍTICAS EN LA CRISIS DEL PERIODISMO


El cierre de medios de comunicación y la pérdida de efectivos en las redacciones modifica la relación con la política y su supervisión


POR DIEGO CAMPO


38


# Enero - Febrero 2013


sinperiodismonohaydemocracia. Este es el grito reivindicativo que se pronuncia en España y con el que un colectivo castigado por dos crisis (la económica y la del sector) desahoga su desesperada situación en las redes sociales. Es también un último intento por evidenciar la im- portancia de la información de pago


en nuestros días y de la independencia de una labor pú- blica. #sinperiodismonohaydemocracia es el resumen en un lema de la idea de periodismo como cuarto po- der, como contrapoder frente al político, el económico y al resto de fuerzas fácticas cuyo teórico enfrentamiento arroja unos resultados implacables desde que se iniciara la crisis en el año 2008: más de 8.000 periodistas des- pedidos según la Federación de Asociaciones de Perio- distas de España y el cierre, hasta mediados de este año


según la misma fuente, de 57 medios de comunicación. Imbuido en su particular crisis de identidad, el perio-


dismo trata de continuar siendo útil a los requerimien- tos ciudadanos que lo sitúan como un elemento clave en la formación de criterios sobre la actualidad. Esta es una cuestión a la que ya atendió el filósofo alemán Jürgen Habermas con su conocida teoría sobre la esfera pública burguesa. En una apreciación posteriormente rebatida, Habermas consideraba que el paso del tiempo había transformado la política en un espectáculo dirigido en el que los líderes y los partidos pretendían una aclamación plebiscitaria en una sociedad despolitizada. De lo para- dójico de esta situación da cuenta la exclusión de la dis- cusión pública de la mayoría de la población que, no obs- tante, es utilizada como recurso de los líderes políticos para legitimar sus programas. Una instrumentalización en la que, obviamente, los medios de comunicación jue- gan un papel fundamental. Como mencionaba, la opo-


[


Page 1  |  Page 2  |  Page 3  |  Page 4  |  Page 5  |  Page 6  |  Page 7  |  Page 8  |  Page 9  |  Page 10  |  Page 11  |  Page 12  |  Page 13  |  Page 14  |  Page 15  |  Page 16  |  Page 17  |  Page 18  |  Page 19  |  Page 20  |  Page 21  |  Page 22  |  Page 23  |  Page 24  |  Page 25  |  Page 26  |  Page 27  |  Page 28  |  Page 29  |  Page 30  |  Page 31  |  Page 32  |  Page 33  |  Page 34  |  Page 35  |  Page 36  |  Page 37  |  Page 38  |  Page 39  |  Page 40  |  Page 41  |  Page 42  |  Page 43  |  Page 44  |  Page 45  |  Page 46  |  Page 47  |  Page 48  |  Page 49  |  Page 50  |  Page 51  |  Page 52  |  Page 53  |  Page 54  |  Page 55  |  Page 56  |  Page 57  |  Page 58  |  Page 59  |  Page 60  |  Page 61  |  Page 62  |  Page 63  |  Page 64  |  Page 65  |  Page 66  |  Page 67  |  Page 68  |  Page 69  |  Page 70  |  Page 71  |  Page 72  |  Page 73  |  Page 74