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lar todas las cámaras. Muchas autoridades federales y munici- pales han notado esto y han comenzado a invertir en cámaras de videovigilancia IP (conectadas en red), que permiten la ins- talación de esos y otros recursos inteligentes. El año pasado, el estado de São Paulo, en Brasil, firmó un


protocolo para aumentar la seguridad por medio de un acuerdo con asociaciones de empresas privadas. El acuerdo permite a la Secretaría de Seguridad Pública recibir imágenes de cámaras privadas que contribuyen a combatir el crimen. Recientemente comenzó a funcionar en Bogotá, Colombia, un programa se- mejante que recibe imágenes de cámaras privadas para com- plementar las públicas en el trabajo de monitoreo urbano. Se espera que estas iniciativas se multipliquen a lo largo del 2015.


Uso de imágenes captadas por cámaras privadas Otra tendencia que se espera que crezca son las alianzas públi- co-privadas para compartir las cámaras privadas instaladas en zonas de mobiliario urbano. Por ejemplo, si una empresa recibe permiso para instalar un reloj digital en el bulevar de una ave- nida y coloca una cámara para evitar actos de vandalismo, las imágenes captadas por ésta se pueden enviar en tiempo real a la central de policía para complementar el sistema público de seguridad electrónica. La adopción de un conjunto amplio de cámaras de alta ca-


lidad de imagen es el primer paso para una ciudad inteligente (smart city), uno de los conceptos más discutidos cuando se ha- bla del futuro de las metrópolis. Las mismas grabaciones públi- cas y privadas a las que accede la policía pueden ser comparti- das con otros organismos, como el Departamento de Bomberos y departamentos de gestión de tránsito. Éstas son capaces de reducir el número de llamados falsos o tener dimensión de la gravedad de un llamado para enviar la atención adecuada. Esto permite una adminis- tración mucho más eficaz de los recursos disponibles para atender a la población y ga- rantizar una mejor calidad de vida en los centros urbanos, esto representa otra tendencia para este año.


Videovigilancia y la calidad de imagen Para que esto sea posible, la calidad de la imagen en cual- quier condición ambiental o de luz es imprescindible. De otra forma, de nada sirve tener acceso a cientos de cámaras con imágenes pixeladas, que impiden identificar personas o esclare- cer delitos. La innovación en esta área será uno de los grandes impulsos de la industria de seguridad. Las principales tenden- cias son la tecnología 4K, equivalente a cuatro veces la resolu- ción de una imagen full HD, y dos tecnologías que surgieron en los últimos años y deben ganar popularidad: Lightfinder, que permite captar imágenes a color incluso en la oscuridad ya que normalmente las cámaras cambian a la función blanco y negro durante la noche; y la Captura Forense, un tipo de compensa- ción automática de contraste de luz que genera imágenes llenas de detalles de objetos incluso a contraluz. Facilitar el acceso a estos recursos es otra de las tenden-


cias del sector. Nuevos modelos de negocio, como la Videovigi- lancia como Servicio (VSaaS), permiten el alquiler de cámaras y su actualización constante para acompañar las novedades a tra-


LA ADOPCIÓN DE UN CONJUNTO AMPLIO DE CÁMARAS DE ALTA CALIDAD ES EL PRIMER PASO PARA UNA CIUDAD INTELIGENTE


vés de los años. Esta modali- dad deberá ser la solución para


los municipios que no cuentan con los recursos para comprar un sistema avanza- do; pero que sí pueden pagar un valor mensual para la instalación y el uso durante el contrato.


Para el 2015 podemos esperar una intensificación de esta


evolución tecnológica, creando las bases para un entorno ur- bano de intercambio de datos continuo e intenso. Las futuras ciudades permitirán al poder público, no sólo responder ade- cuadamente a los hechos sino, también, anticiparse a ellos. n


Marcelo Ponte, gerente de Marketing de Axis Communications. Más sobre el autor:


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Foto: Luis Fauvet


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