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52 EN PORTADA / DIAGNÓSTICO EN DERMATOLOGÍA


A


B


Figura 3. El paciente presentaba pequeños nódulos muy prurigi- nosos en la región perilabial.


Diagnóstico Los raspados fueron negativos. El exa- men tricográfico del pelo fue normal. En la citología obtenida de un nódulo, mediante aguja fina, se observaron numerosos eosi- nófilos y neutrófilos no degenerados con cocos extracelulares. Con estos resultados se planteó como diagnóstico más probable una forunculosis eosinofílica facial canina.


Tratamiento


Se instauró un tratamiento con predni- sona a una dosis de 1 mg/kg cada 24 horas durante 7 días y 20 mg/kg cada 12 horas de cefalexina. En el primer control realizado a la semana la mejoría era importante, por lo que baja- mos la dosis de prednisona a 0,5 mg cada 24 horas 5 días y luego a días alternos 8 días. Se continuó con la misma pauta antibiótica. A las dos semanas el animal no presen- taba ninguna lesión y se le dio el alta.


Caso cuatro Acudió a la consulta en el mes de sep-


tiembre un perro mestizo de 20 kg, macho castrado de dos años de edad.


Historia


El motivo de la consulta fue la aparición brusca de nódulos moderadamente pruri- ginosos de dos días de evolución localiza- dos en la región facial (figura 4). El paciente estaba correctamente vacu- nado. Como antiparasitario externo sus propietarios utilizaban repelentes o pipe- tas de supermercado. Su alimentación se basaba en pienso de gama baja y dieta casera. Vivía en una casa con un pequeño jardín. Convivía con otro perro que no presenta problemas dermatológicos. Los propietarios no mostraban lesiones com- patibles con procesos


zoonóticos. Los


baños eran ocasionales, cada uno o dos meses. Su estado de salud era bueno y no tenía historial dermatológico anterior.


Figura 4. (A) Nódulos moderadamente pruriginosos de dos días de evolución localizados en la región facial. (B) Imagen inmediatamente posterior al tratamiento.


En el diagnóstico diferencial incluimos forunculosis facial eosinofílica y foruncu- losis bacteriana.


Diagnóstico Los raspados resultaron negativos y los tricogramas normales. En la citología por punción con aguja fina observamos una inflamación eosinofílica. Con todos estos datos nuestro diagnós- tico más probable fue forunculosis eosi- nofílica facial canina.


Existen dudas sobre si influye la estación


del año porque los resultados de varios estudios han sido variables [3]. En la serie de casos descritos todos coincidían con épocas de calor, pero el número de casos es escaso para inferir conclusiones. Se ha postulado que quizá se trate de una res- puesta de hipersensibilidad a picadura de artrópodos en función de la historia clínica, pues muchos de los perros afectados vivían en el exterior o habían paseado por el campo antes de la aparición de la sintoma-


Las lesiones típicas suelen presentarse en la zona facial: puente nasal, belfos, pabellones auriculares y párpados.


Tratamiento


Se instauró terapia con prednisona en dosis de 1 mg/kg. En el control realizado a la semana el animal ya no presentaba lesiones, por lo cual se redujo la dosis de prednisona a 0,5 mg/kg cada 24 h 4 días, y posterioremente a días alternos durante 6 días más. En este caso no se administra- ron antibióticos porque no se observaron ni infección bacteriana ni sobrecreci- miento bacteriano en las múltiples citolo- gías realizadas.


Discusión


La forunculosis eosinofílica es una enfer- medad rara pero que debemos tener en cuenta en nuestro listado de diferenciales en casos de dermatosis faciales. Las razas de perros predispuestas son, en más del 75 % de los casos, de gran tamaño como el Labrador Retriever, Golden Retriever, Pas- tor Alemán, Husky Siberniano, Schnauzer gigante, Border Collie y Rottweiller [1,2]. No se ha observado ninguna predis- posición sexual. Por el contrario, sí que existe predisposición etaria, puesto que suele afectar a jóvenes adultos entre 2 y 5 años [2].


tología. Otros datos que también sostienen esta hipótesis son el tipo de localización de las lesiones (zona dorsal del hocico), el curso clínico y la histopatología (similar a la hipersensibilidad por picadura de mosqui- tos en gatos), pero actualmente no hay una evidencia científica que lo demuestre [1,2]. En cuanto a los aspectos clínicos, la localización de las lesiones típicas suele presentarse en la zona facial, afectando al puente nasal, belfos, pabellones auriculares y párpados. Es más rara su localización en el tronco o en la cara interna de los muslos o en piel glabra de axilas e ingles [1]. La aparición de las lesiones es súbita y consisten en pápulas, placas y nódulos edematosos. El prurito puede estar ausente o ser muy intenso [3]. En general las lesio- nes son dolorosas y el animal suele auto- traumatizarse, empeorando el curso de la enfermedad [1]. Las pápulas o los nódulos rápidamente se erosionan y ulceran, oca- sionando hemorragia y costras. En un 30 % de los casos se observan sín- tomas generales que consisten en fiebre, apatía y anorexia [2].


El diagnóstico se fundamenta en la anamnesis, distribución de las lesiones y resultados de las citologías y las biopsias.


En el examen de la citología de lesio-


nes recientes se detecta la presencia de numerosos granulocitos eosinófilos y un número variable de linfocitos y células histiocitarias. En los casos crónicos puede haber un mayor número de linfocitos [4]. Es frecuente que aparezca infección o contaminación de manera secundaria, observándose neutrófilos y cocos intra y extracelulares, respectivamente. El examen histopatológico que debe rea- lizarse sobre muestras de lesiones no ulce- radas es diagnóstico, aunque en muchas ocasiones no se haya realizado debido a la presentación clínica característica y al resultado de la citología, que orientan el diagnóstico con bastantes garantías. Las mejores lesiones a biopsiar son las pústulas intactas, pápulas o nódulos [1]. La histopatología se caracteriza por foliculitis y forunculosis eosinofílica. En la dermis se puede apreciar la existencia de un edema grave y una infiltración difusa o nodular de eosinófilos. Con frecuencia aparece degeneración o necrosis focal de las fibras de colágeno. Son comunes la ulceración y mucinosis dérmica y subcutánea [1]. En el hemograma se puede observar eosinofilia que suele remitir normalmente tres semanas después [3]. El diagnóstico diferencial normalmente incluirá foliculitis y forunculosis bacte- riana, querion dermatofítico multicéntrico (figura 5), demodicosis, dermatosis auto- inmunes (figura 6), pioderma nasal, urtica- ria y angioedema, dermatitis por picadura de mosquitos, piogranuloma nodular esté- ril, histiocitosis cutánea y erupción provo- cada por fármacos [5]. El pronóstico es excelente y terapéutica- mente responde muy bien a la corticote- rapia sistémica. El tratamiento consiste en la administración de corticoesteroides en dosis de 1 mg/kg/día. En ocasiones puntua- les puede ser necesario doblar la dosis. La mejoría se consigue rápidamente (la mayo- ría responde en 36 horas) y normalmente el problema queda resuelto en tres semanas. Si hay infección secundaria es conve- niente prescribir un antibiótico durante el tiempo necesario para conseguir una ade- cuada curación de las lesiones.


Bibliografía Figura 5. Querion dermatofítico. 178 Figura 6. Pénfigo foliáceo.


1. Gross TL, Ihrke PJ, Walder EJ, Affolter VK. Eosi- nophilic forunculosis of the face . In Skin diseases of the dog and cat. 2nd ed. Blackwell. 2005. Pg: 450-457. 2. Carlotti DN, Bensignor E. Pyodermites bacteriennes:Aspects cliniques et diagnostiques. In Guide Pratique de Dermatologie Canine et Feline. Ed E Guaguere et P Prelaud. Merial. 2001. Pag: 65-77. 3. Miller WH, Griffin GE, Campbell KL. Nasal follicu- litis and forunculosis. In Small Animal Dermatology. Ed Muller &Kirk’s 7th Ed. Elsevier. 2013. Pg:200-201. 4. Nuttal T, Harvey RG, McKeever PK. Dermatitis am- bientales. En Enfermedades cutáneas del perro y el gato. Ed Servet. 2010. Pg:217-229. 5. Albanese F. Inflamación eosinofílica. En Atlas de citología dermatológica del perro y del gato. Ed Merial Italia. 2010. Pg: 135-141.


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