Los Renglones Torcidos de la Izquierda
“Los partidos tienen cada vez menos importancia
en una elección, en el caso de México, claro. Para los mexicanos tiene cada vez más importancia la figura del candidato. Y el PRD en concreto tuvo su techo con Andrés Manuel López Obrador en el año 2006”. En ese entonces, como dice Sanmartin, había muchas con- diciones que López Obrador tenía a favor: Un partido unido a una candidatura y una izquierda unida. “Tan- to el PRD, como el PT y Convergencia estaban unidos”, recuerda el consultor. En ese entonces también había ocurrido una muy buena gestión del entonces Jefe de Gobierno al administrar el Distrito Federal. “Marcaba agenda todos los días de manera matu-
tina. Y marcaba además un conflicto permanente con el entonces presidente de la República, Vicente Fox y permitía que su figura sobresaliera de la del partido”. Estos puntos mantuvieron al PRD y a su candidato en boca de todos. Pero el acabose vino tras la mala admi- nistración de la derrota. “A partir del 2006, tras la derrota en campaña y
cómo gestiona la derrota con el plantón en el zócalo, con el deslegitimar las instituciones y el ocupar el Con- greso. La gestión de la derrota electoral hace que se proyecte del PRD, PT y Convergencia, una imagen de conflictividad social en un primer momento. Y después una imagen de división en la izquierda mexicana”. Comenzaron entonces las divisiones de la alianza
de partidos izquierdista. Comenzó a marcarse una di- visión interna en el PRD. “De un lado veías a Nueva Izquierda de Jesús Zam-
brano, Carlos Navarrete del otro, tanto a Foro Nuevo Sol de Amalia García, Claudia Corichi, Juan José Ávila (subsecretario de Gobierno del DF) y mucho más reti- radas estaban las corrientes más radicales que son las más PRO AMLO, Dolores Padierna y demás. Entonces se provoca una imagen de conflictividad”. El PRD desgastó por sí mismo su imagen y lo mis-
mo ocurrió con los partidos de izquierda en general en México tras la serie de acciones emprendidas por las redes ciudadanas en el Distrito Federal. La campa- ña de la “Presidencia Legítima” a la que llamó López Obrador tampoco gustó a los mexicanos en lo gene- ral. La izquierda entonces, requiere ahora cirugía ma- yor y un movimiento que la reintegre.
Un líder claro, algo urgente Daniel Ureña, titular de la firma Más Consulting en Espa- ña, nos ayuda a identificar el problema desde el ángulo
Septiembre 2011 Campaigns&Elections 43 Fernando Dworak Camargo
de una izquierda distinta, la izquierda española. Que, si bien no pasa por el mejor de los momentos, ha concen- trado su poder en el país Ibérico por bastante tiempo. Para Ureña, el gran problema de una izquierda
que quiere consolidarse como potencia política to- mando la silla de la presidencia, es la falta de claridad en quién es el líder que destaca y guía. “Yo creo que lo más importante es un líder claro.
Una figura que tenga la capacidad de arrastrar a la gente, de motivar a la gente porque al final, la izquier- da a nivel internacional tiene un relato relacionado con la defensa de los derechos”.
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