Conviértete en el Político SPS
“La espiral del silencio”
http://www.youtube.com/ watch?v=CKkrHB6W6CU y constituye un ejemplo fi- dedigno de lo que debe ser la comunicación política presente, y sobre todo, futura. La visualización de dicho vídeo (que ahora com-
partimos con el lector) nos lleva a una conclusión cla- ra: en la era de la imagen, la gestualidad, las rutinas posturales, el rostro acompañante, juegan un papel decisivo, si bien el lenguaje no verbal no debe susti- tuir al mensaje oral sino acompañarlo. No debemos caer, como decimos, en el exceso de marketing ni en la sobreexplotación de la imagen porque ello conlle- va que el mensaje, las ideas, los principios y valores, que es lo sustancial, lo fundamental, quede en un se- gundo o tercer plano. Y eso es lo que hace que los dis- cursos de los políticos queden vacíos y la ciudadanía no se anime a escuchar y votar. En el caso de Monago y su vídeo, la simbiosis imagen y mensaje, persona y principios, cercanía y confianza fue total. Puede que estemos asistiendo a un nuevo paradigma de lo que debe ser la comunicación política del futuro y en la red: breve, sencilla, persuasiva y cercana. No es más que un ejemplo de que el buen polí-
tico, como el gran orador, se hace, se va cociendo a fuego lento, no nace con las técnicas y saberes apre- hendidos. Pero no basta con querer serlo, también hay que parecerlo. Esta es la revolución en política y en la forma de transmitir los mensajes que se avecina y que ya está aquí. Más allá del surgimiento, cada vez más pleno, de las redes sociales como canal decisivo para orientar a uno u otro lado las campañas electo- rales, el escenario que se presenta en el futuro es el del regreso a una comunicación basada en la trans- misión de valores, principios e ideas, en la sujeción firme de propuestas morales que doten a su emisor
El hartazgo ciudadano con la clase política nos permite observar altas cotas de abstención en elecciones municipales o generales, cataclismos electorales de formaciones bien consolidadas o derivas populistas que se alzan con la victoria como mal menor...
36 Campaigns&Elections Septiembre 2011
de una credibilidad sostenible. El hartazgo ciudadano con la clase política nos
permite observar altas cotas de abstención en elec- ciones municipales o generales, cataclismos elec- torales de formaciones bien consolidadas (el ejem- plo del PSOE en España) o derivas populistas que se alzan con la victoria como mal menor (Humala en Perú). Muchas son las claves que pueden apun- tarse para determinar las causas de este desapego del votante (o no-votante), de esta desafección del pueblo hacia una clase dirigente que ha sustituido, reitero una vez más, la Política, con mayúsculas, por la comunicación política simple, las personas, por los partidos, el mensaje por el puro envoltorio.. Urge re- correr el camino contrario para volver a generar es- peranza y fe entre la ciudadanía. El político debe ser, parecer y saber quién es, qué
refleja y hacia dónde va. La transformación de candi- dato normal a político SPS sería la siguiente: SER sincero, honesto y honrado en la transmisión de las ideas y emociones. sin imposturas, sin decla- mar aquello que han escrito otros a partir de razo- namientos de terceros. Sin componer respuestas en función de la zona o público que escucha. De lo contrario, se empieza a transmitir incoherencias ar- gumentales que dañan la marca política y el control de la comunicación posterior. PARECER competente y formado en lo que se hace o en aquello que se va a hacer. La gestión es el aspecto que más valoran los ciudadanos. Deben entender que el candidato es el idóneo para liderar una determina- da parcela que se le ha encomendado. No hay que dejar que haya dudas al respecto sobre la competen- cia y formación, y mucho menos, que nadie controle ese espacio de duda para sacar beneficio político. No obstante, la gestión va ligada a un segundo estadio de la trayectoria como político. Es algo evaluable a medio plazo. Lo que está siempre en primer término es la comunicación. Por ello, antes se debe: SABER comunicar aquello que se ha hecho o se va a hacer. Aquí reside la credibilidad. No debe someterse las exposiciones a la retórica del folio escrito por ter- ceros si no se ha entrenado antes. Hay que preparar las intervenciones y entrenar el discurso a partir del dominio de una situación previsible. Recordatorio: brevedad, concisión, sencillez y convicción. Para ello, escuchar y analizar a la contraparte ese determinan- te, reflexionar el discurso antes de pronunciarlo para
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