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8 ACTUALIDAD PROFESIONAL


La dirofilariosis, una enfermedad emergente


En el marco del congreso de AVEPA-SEVC tuvo lugar una conferencia sobre diferentes aspectos relacionados con la enfermedad del gusano del corazón.


María Villagrasa. Argos Elanco, en su compromiso por apoyar al


veterinario clínico ofreciéndole soluciones eficaces para curar a las mascotas, ha desa- rrollado productos únicos, innovadores y de prescripción veterinaria como los tres que presento Jorge Muniesa, Technical Consul- tant de Elanco. En primer lugar habló de Comfortis (espinosad), un comprimido masticable que controla las pulgas tanto en perros como en gatos. Trifexis (espinosad y milbemicina oxima) también es un compri- mido que trata y previene las infestaciones por pulgas, proporciona un tratamiento con- tra parásitos gastrointestinales y previene la dirofilariosis. Por último habló de Guardian (moxidectina), un inyectable de liberación sostenida que se adminsitra una vez al año para la prevención de la dirofilariosis. En relación con esta última patología


Elanco patrocinó la charla de José Alberto Montoya, sobre los avances que se han hecho en el estudio de la dirofilariosis.


La dirofilariosis, una enfermedad emergente


Continuamente se está aprendiendo


algo nuevo de la enfermedad. Es una zoo- nosis emergente que se puede encontrar en todo el mundo y que está en expan- sión en función del cambio climático: en Europa cada vez se ven más afectados los países del norte. En la península Ibérica Dirofilaria immitis es muy abundante sobre todo en la zona sur. Afecta principalmente a los perros, que


son los hospedadores definitivos, aunque también la pueden padecer gatos, hurones y personas. Por ejemplo, el Podenco Cana- rio es una raza que sufre más la enferme- dad que el resto, posiblemente debido a sus condiciones de vida: los utilizan para cazar, algunos viven hacinados o tienen una ali- mentación deficitaria, etc. Es un proceso cardiorrespiratorio ya que


en primer lugar el parásito pasa al pulmón. Lesiona gravemente las arterias pulmonares y para ello no hace falta que haya muchas filarias. Esto es importante en los gatos ya que un solo parásito puede llegar a matar al animal. Por lo general pueden llegar a acumularse entre 70-80 gusanos hembra de varios años en un paciente canino. Dentro de las dirofilarias vive Wolbachia pipientis, una bacteria simbionte que tiene un impor- tante papel en la patogénesis y respuesta inmunitaria a la infección: es la responsable


Jorge Muniesa durante un momento de su presentación.


del proceso inflamatorio y, en parte, del cuadro clínico de la enfermedad.


Transmisión Se transmite exclusivamente por la


picadura de mosquitos de los géne- ros Culex, Aedes, Anopheles, Culiseta o Coquillettidia, todos hematófagos noc- turnos. Actualmente también se puede encontrar en el mosquito tigre que es diurno por lo que aumentan las posibili- dades de transmisión. El mosquito succiona larvas (L1) del orga-


nismo al que pica y deja larvas L3 que son infectantes. El ciclo en el perro se conoce completamente, sin embargo, en el gato aún quedan etapas desconocidas.


Patogenia Las dirofilarias nadan contracorriente:


del pulmón van al ventrículo derecho. Al morir se sueltan a favor de corriente y junto con los trozos de arterias que se rompen producen trombos, así como un proceso inflamatorio en el pulmón. La hipertensión pulmonar es responsable de la gravedad de la insuficiencia cardiaca. El daño pul- monar es irreparable. El dímero-D es un marcador indirecto


de la presencia de trombo pulmonar. En un reciente estudio se comprobó que el 40 % de los enfermos de dirofilaria tenían el dímero-D muy elevado. Wolbachia contribuye a la patología respiratoria ya


que parte de la lesión la producen las propias wolbachias. La troponina solo está elevada en casos


muy graves lo que indica que los miocar- diocitos no están afectados. El NT-proBNP mide la insuficiencia cardiaca y se pro- duce al final. Por lo general las dirofilarias van de la


vena cava a la yugular aunque a veces se dirigen hacia atrás, al hígado y producen insuficiencia hepática y un proceso inflama- torio generalizado a causa de Wolbachia.


Es importante realizar acciones de prevención en los perros para evitar daños irreparables.


También aumenta la proteína C-reactiva


y disminuye la haptoglobina lo que tiene como consecuencia una inflamación de fase aguda consecuente a la infectación. Los riñones constituyen el primer depó-


sito de complejos autoinmunes, contra antí- genos del parásito, algo parecido a lo que sucede con la leishmaniosis. Los animales afectados son pacientes proteinúricos.


Síntomas y detección Solo el 10-20 % de los seropositivos son


sintomáticos. Cuando se ven síntomas ya han pasado muchas cosas en el organismo del animal. En la primera fase no hay sig- nos pero las arterias pulmonares ya están


marcadas. En una segunda fase se produce tos ocasional y los animales se cansan antes. Más adelante, pierden peso, tienen una dis- nea grave y, en la parte final, ascitis e ima- gen del corazón en D invertida. En la última fase se produce el síndrome de la vena cava. Para su detección se puede hacer una


observación directa (gota gruesa). También se han de detectar las microfilarias si bien solo el 60-80 % de los pacientes son micro- filarémicos (depende de la zona, etc.). El test del antígeno presenta el problema de que no detecta machos ni cargas juveniles. Existe un nuevo test de antígeno pero los animales muy afectados tienen inhibidores de la detección de antígenos. Se debe cocer el suero y se trabaja con el sobrenadante. En gatos es muy complicado: el test de


antígenos no funciona porque tienen poca carga de parásitos y también hay inhibido- res de antígenos.


Tratamiento El tratamiento consiste en matar larvas y


adultos. Para tratar el tromboembolismo es fundamental el reposo y evaluar el dímero- D. Como tratamiento preventivo del trombo se recomienda no utilizar ni ácido acetilsa- licílico ni prednisona. Hay que hacer test seis meses después para comprobar la efi- cacia del tratamiento. En los gatos no se usan adulticidas sino microfilaricidas. Es importante realizar acciones de pre-


vención en los perros para evitar daños irreparables. o


Dirofilaria en gatos Se pueden distinguir dos formas


de enfermedad, la producida por las formas inmaduras (síndrome respiratorio felino asociado a diro- filariosis; HARD, por sus siglas en inglés) y la producida por los gusa- nos adultos. Como ya se ha dicho antes, en un gato, un gusano es suficiente para matarlo. Los que tienen larvas adultas se ven suma- mente afectados (tienen bronco- espasmo) y el proceso se agrava debido a Wolbachia que participa en la inflamación pulmonar. La prevalencia en los gatos es


mayor que en los humanos segura- mente porque la profilaxis es nula. Se ha tratado mucho más a los perros en detrimento de los gatos.


La conferencia sobre la dirofilariosis despertó un gran interés entre el numeroso público asistente. 163


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