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Manejo nutricional de la enfermedad renal crónica felina


El manejo nutricional de la enfermedad renal crónica (ERC) felina es fundamental en su tratamiento, ya que ayuda a frenar la progresión de la enfermedad y a mejorar los signos clínicos.


Gemma Baciero Departamento de Comunicación Científica de Royal Canin Imagen cedida por la empresa


Una nutrición adecuada es clave en el


tratamiento de la ERC. Debe ofrecerse desde las etapas más tempranas, adaptán- dose a las preferencias de cada paciente y a las modificaciones del apetito que pue- dan surgir durante el curso de la enferme- dad: pérdida de apetito, anorexia, aversión al alimento. El manejo nutricional en la ERC felina


presenta cuatro objetivos principales: • Mantener la condición corporal. • Mejorar la uremia. • Controlar el equilibrio electrolítico y


ácido-básico. • Frenar la progresión de la enfermedad. En los estadios IRIS 1 y 2 lo más impor-


tante es ralentizar la progresión de la enfermedad, mientras que en las fases 3 y 4 el interés radica en mejorar los signos clí- nicos y controlar los desequilibrios meta- bólicos que tienden a aparecer. Por otro lado, se deben cubrir las nece-


sidades energéticas para mantener una adecuada condición corporal, lo que se hace más difícil a medida que progresa la enfermedad.


Retrasar la progresión de la ERC


La medida nutricional más importante


para frenar la progresión de la enferme- dad renal es la restricción del aporte de fósforo. También son beneficiosos los suplementos de EPA y DHA, así como de antioxidantes.


Restricción de fósforo Se ha demostrado que la restricción de


fósforo en la dieta es clave para enlentecer la progresión de la enfermedad renal, al


reducir los niveles de hormona paratiroidea plasmática (PTH) y prevenir lesiones renales (por ejemplo, la mineralización y la fibrosis). La restricción de fósforo en la dieta se


debe realizar en los primeros estadios de la enfermedad, ya que es frecuente que la PTH esté elevada.


EPA y DHA El ácido eicosapentaenoico (EPA) y el


ácido docosahexaenoico (DHA) son áci- dos grasos omega-3 poliinsaturados de cadena larga. Una vez que se incorporan en las membranas celulares, compiten con el ácido araquidónico de la familia omega-6 para su degradación enzimática, lo que da lugar a una clase de eicosanoi- des de menor efecto inflamatorio y que favorecen la vasodilatación. La mayoría de los estudios demuestran


que el EPA y el DHA tienen un efecto beneficioso, ralentizando el deterioro de la función renal, y aunque estos estudios se han realizado en ratas y perros, no hay un motivo para pensar que esto no se pueda extrapolar al gato.


Antioxidantes En un reciente estudio se demostró que,


al igual que ocurre en personas, el estrés oxidativo está presente en gatos con ERC. Se cree que el daño oxidativo desempeña un papel importante en la progresión de la enfermedad renal favoreciendo la glo- meruloesclerosis y la fibrosis intersticial. Los radicales libres pueden generarse por la hiperfiltración glomerular y por el hiper- metabolismo tubular como consecuencia de la pérdida de nefronas funcionales, de ahí que las dietas renales se suplementen con antioxidantes.


Mejorar los signos de la ERC Adaptar los niveles de determinados


nutrientes (proteínas, sodio y potasio) puede ayudar a mejorar los signos clínicos.


Papel de la nutrición en la enfermedad renal crónica felina basado en el sistema IRIS


Creatinina plasmática (mmol/L)/(mg/dL)


440/5,0


250/2,8 140/1,6


Estadios IRIS 1 2


Signos clínicos leves o ausentes


Papel de la dieta


Dificultad en cubrir las necesidades energéticas


3 Muchos signos clínicos sistémicos Ralentizar la progresión de la enfermedad Mitigar los signos clínicos


Corregir los trastornos metabólicos + +


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Alto riesgo de crisis urémicas


Proteína Cuando el aporte de proteínas supera


en gran parte las necesidades mínimas, se genera una mayor cantidad de produc- tos de desecho de nitrógeno que se acu- mulan en los fluidos corporales cuando la capacidad de excreción renal se ve disminuida. Sin embargo, se ha estable- cido que limitar el consumo de proteí- nas mejora algunos de los signos clínicos relacionados con la uremia. Por eso las dietas renales ofrecen un aporte de pro- teína adaptado y de alta digestibilidad para reducir la producción de productos nitrogenados de desecho y reducir los niveles de urea en sangre, ayudando de esta forma a reducir los signos. En cual- quier caso el aporte de proteína debe cubrir las necesidades mínimas. La calidad de la proteína (perfil de ami-


noácidos esenciales y digestibilidad) tam- bién es importante para evitar deficiencias en aminoácidos esenciales o cargas de nitrógeno innecesarias.


Sodio El consenso actual es evitar las dietas


con niveles tanto muy altos como muy bajos de sodio. La transición a una dieta renal (por lo


general, ligeramente restringida en sodio) en pacientes con ERC avanzada debe ser progresiva, ya que su capacidad de ajustar la excreción de sodio como respuesta al nivel ingerido, está reducida.


dios finales. Esto da lugar a un mayor catabolismo de las proteínas del mús- culo esquelético, altera el metabolismo intracelular y favorece la resorción ósea a largo plazo. Con el fin de corregir o prevenir la


acidosis metabólica se recomienda ase- gurar el aporte de agentes alcalinizantes en la dieta, como bicarbonato, carbonato o citrato.


Cubrir necesidades energéticas


La pérdida de peso en gatos con ERC


se debe al insuficiente consumo de calo- rías, cuyo origen es multifactorial: náuseas por la acumulación de productos de dese- cho nitrogenados, anemia, deshidratación, trastornos electrolíticos y ácido-básicos, úlceras de la mucosa oral y gastrointestinal (en etapas avanzadas de la enfermedad), posible alteración del sentido del olfato y


Con el fin de corregir o prevenir la acidosis metabólica,


se recomienda asegurar el aporte de agentes alcalinizantes en la dieta, como bicarbonato, carbonato o citrato.


Potasio Los gatos con ERC pueden sufrir hipo-


potasemia y una grave falta de potasio como resultado de un menor consumo y una mayor pérdida por el aumento de la diuresis. La suplementación con potasio garantiza


la prevención de signos propios de la defi- ciencia de potasio (por ejemplo, debilidad muscular generalizada). Como regla gene- ral, se debe realizar un seguimiento regular del potasio sérico en todos los pacientes con ERC con el fin de ajustar adecuada- mente la prescripción dietética. Diferentes dietas renales comerciales pueden tener distintos niveles de potasio. Los fármacos que pueden influir en la


excreción de potasio también se deben tener en cuenta. Por ejemplo, los IECA pueden dar lugar a retención de potasio.


Equilibrio ácido-básico Los riñones desempeñan un papel


importante en el mantenimiento del pH sanguíneo, en particular a través de la reabsorción neta de bicarbonato y la excreción de iones hidrógeno. Por lo tanto, la acidosis metabólica es frecuente en la ERC, por lo general en los esta-


Artículo gentileza de Royal Canin 163


menor palatabilidad de las dietas bajas en proteínas y fósforo. El objetivo es proporcionar las calo-


rías suficientes para que el gato alcance y mantenga una condición corporal óptima (puntuación corporal de 5/9). Es necesario aportar suficiente energía


para prevenir el catabolismo proteico endógeno que provoca malnutrición y exacerbación de la azotemia. Elevar el contenido de grasa, que


aporta aproximadamente el doble de energía por gramo que los carbohidra- tos, aumenta la densidad energética de la dieta, lo que permite que el paciente obtenga sus requerimientos nutricionales de un volumen de alimento menor, que a su vez reduce la posibilidad de náu- seas y vómitos. Por otro lado, hay que recordar que


muchos pacientes sufren falta de apetito, anorexia e incluso aversión. Además de un elevado contenido energético, la palatabilidad es un factor muy impor- tante en la alimentación. Contar con distintos perfiles nutricionales y texturas diferentes supone tener más probabilida- des de ofrecer al paciente una dieta que le resulte atractiva. o


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