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46 EN PORTADA / DIAGNÓSTICO POR IMAGEN


• Antibioterapia (cefalexina 15 mg/kg


vía oral 2 veces al día). • Protocolo analgésico: clorhidrato de


morfina, medetomidina en microdosis, las primeras 12 h posoperatorias (en bolos intravenosos lentos en función del dolor), carprofeno vía oral una vez al día, 24 horas después de la intervención quirúrgica. Se observan estornudos frecuentes


acompañados de secreción sanguinolenta durante las primeras 36 horas. La sonda de Foley se retira 24 horas


después la intervención quirúrgica y no se aprecia ningún sangrado nasal. El paciente es dado de alta 72 horas des-


pués.


Recomendaciones al alta • Reposo, sólo paseos sanitarios con


correa y collar isabelino durante 2-3 sema- nas. • Curas locales de la herida dos veces


al día. • Administración de carprofeno (4 mg/kg


vía oral una vez al día) y de cefalexina (15 mg/kg vía oral dos veces al día) durante una semana. La histopatología confirma un condro- sarcoma diferenciado.


Se efectúa un control telefónico con los


propietarios a los 12 meses de la opera- ción; el perro está bien y no muestra nin- gún signo de recidiva. Se realiza un segundo TAC de control a


los 12 meses posoperatorios en el cual no se observa recidiva local (figuras 9 y 10).


Discusión Los tumores de las cavidades nasales


tienen una prevalencia baja en la espe- cie canina. Representan solo el 1-2 % de todas las neoplasias caninas. Sin embargo, son los tumores primarios más comunes en el sistema respiratorio. El condro-


sarcoma es el segundo tumor óseo primario más común en los perros. La edad media de perros afectados es de 10 años aproxima- damente. Existe mayor frecuencia en las razas de tamaño mediano a grande, dolico- céfalas o mesocéfalas. Los machos parecen tener mayor predisposición. Se sospecha que puedan existir factores ambientales predisponentes (contaminación, humo de


La rinoscopia y toma de biopsias no se deben realizar antes del TAC para limitar las interferencias de un sangrado en la interpretación del mismo.


Seguimiento En el control del decimoquinto día del


periodo posoperatorio el examen clínico es normal y no se observa ninguna secre- ción nasal. Localmente la herida no pre- senta ninguna anomalía y se retiran los puntos cutáneos. Radioterapia adyuvante: tres semanas


después de la intervención quirúrgica se inicia un protocolo de radioterapia con una unidad de megavoltaje consistente en fracciones de 3Gy administradas tres veces por semana para un total de 12 dosis (36 Gy). En cada sesión se anestesia al animal. La radioterapia se realiza en Francia. El veterinario remitente señala un buen


estado del paciente en todos los controles, sin ningún signo clínico anormal. A los 6 meses posoperatorios se rea-


liza un TAC de control, en el cual no se observa ninguna recidiva local visible.


tabaco, combustión de gasolina-aceite o queroseno, etc.). Los dos grandes grupos de tumores


nasales son los tumores epiteliales (ade- nocarcinomas y carcinomas), seguidos de los sarcomas, como los condrosarcomas y osteosarcomas. Los carcinomas representan dos ter-


cios de los tumores intranasales y los sarcomas un tercio. Son localmente agre- sivos (pueden invadir la cavidad oral, la órbita y el cerebro) y tienen un bajo poder metastásico: la tasa de metástasis tras el diagnóstico es del 19 % para los adenocarcinomas y del 8,3 % para los condrosarcomas, aunque puede llegar a ser del 40 al 50 % en el momento del fallecimiento del animal. Los órganos de mayor frecuencia de


metástasis son los nódulos linfáticos regio- nales y los pulmones. Los huesos, los riño-


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El TAC de control es el mejor método para evaluar la respuesta del tumor por encima de la monitorización de signos clínicos.


nes, el hígado, la piel y el cerebro son los órganos de menor frecuencia de metástasis. El grado histológico de los condrosarco-


mas es muy importante para el pronóstico. En el caso presentado, el perro padecía un condrosarcoma de bajo grado.


Objetivo e interés del estudio de extensión locorregional preoperatorio con la ayuda de un TAC La realización del TAC de tórax y de la


cavidad nasal en este paciente permitió establecer la extensión de la masa a nivel local, así como la resecabilidad de la misma. En este caso permitió una indicación qui- rúrgica razonable y justificada (ausencia de invasión de la lamina cribosa y del espacio retro-orbitario, ausencia de adenomegalia locorregional o de metástasis pulmonar visible). Resultó útil para escoger el abor- daje dorsal debido a la localización caudal del tumor y del llenado del seno frontal, muy probablemente por mucosidad. A pesar de que la resonancia magnética


(RMN) también ofrece buenos resultados a la hora de determinar la localización y el grado de invasión de las estructuras adya- centes, e incluso una mejor detección de líquido y extensión de invasión en tejido blando, el TAC es la técnica de diagnóstico avanzado más utilizada y de elección en


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muchos centros. La sensibilidad del TAC es similar a la resonancia y además detecta de manera más fiable la invasión ósea que la resonancia, algo vital en la mayoría de las clasificaciones propuestas en tumores nasales con valor pronóstico. La radiología convencional de la cavidad


nasal presenta una sensibilidad y especifi- cidad muy limitadas. Es recomendable que el TAC se realice


antes de ningún acto invasivo, por mínimo que sea, como la toma de biopsias, ya que el sangrado producido puede alterar y dificultar la interpretación del TAC. Siem- pre que los dueños puedan permitirse la realización de un TAC de control, es el mejor método para evaluar la respuesta del tumor por encima de la monitorización de signos clínicos. Dependiendo del caso y de la terapia recibida suele realizarse a los 4-6 meses y después al año, para con- tinuar con revisiones anuales. En nuestro caso permitió verificar la ausencia de reci- diva local a los 6 y 12 meses tras la cirugía.


Interés de la rinoscopia y biopsia para el diagnóstico precoz de tumores de las cavidades nasales En el perro adulto, cuando hay epis-


taxis y/o secreción nasal mucopurulenta inicialmente unilateral, intermitente y de


Figura 5. Imagen intraoperatoria previa al cure- taje nasal. Tras la rinotomía dorsal unilateral se observan tejidos anormales (masas) en la cavi- dad nasal derecha.


Figuras 6 y 7. Imágenes intraoperatorias tras el curetaje nasal. Se ha realizado un curetaje completo de la cavidad nasal derecha, así como el vaciado del seno frontal derecho.


Figura 8. Imagen posoperatoria inmediata. As- pecto de la herida quirúrgica tras el cierre de dos planos (periostio/subcutáneo y piel). Se puso una sonda de Foley en la cavidad nasal derecha con el fin de limitar el enfisema subcutáneo y el paso de la sangre por la nasofaringe.


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Erik Lam/shutterstock.com t


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