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pos-operatorio consistió en la administra- ción de marbofloxacino (2 mg/kg cada 24 h durante 15 días), metronidazol (10 mg/kg cada 12 h PO durante 15 días) y robenaco- xib (2 mg/kg cada 24 h PO durante 7 días). Tras la cirugía, y durante las primeras


tres semanas, el animal mostró parálisis facial derecha que remitió para lograr una recuperación satisfactoria sin recurrencia de signos clínicos ni neurológicos durante un periodo de seguimiento de 18 meses.


Discusión El colesteatoma es un quiste epider-


moide formado por detritus de queratina rodeado de epitelio estratificado escamoso queratinizado [1]. Se caracteriza por tener un crecimiento progresivo, causando des- trucción del tejido circundante, en espe- cial hueso. Su origen en el oído medio o interno puede ser congénito o adquirido. La forma adquirida surge como una com- plicación de otitis media/interna, siendo la infección e inflamación propias elementos claves de la patogenia. En la especie canina no se ha descrito la forma congénita [19,20]. Se ha descrito una posible predisposición racial en braquicéfalos por su anatomía [14].


Signos clínicos Los signos clínicos más comunes son los


propios de la otitis crónica: otodinia, dolor en la articulación temporomandibular y moles- tias o dificultad para abrir la boca. En casos avanzados aparecen signos neurológicos como ladeo de la cabeza, ataxia vestibular y parálisis facial consecuencia de la afectación del sistema vestibular y nervio facial respecti- vamente, próximos a la bulla timpánica.


Diagnóstico Debido a la localización de los signos,


para su diagnóstico son necesarias técni- cas avanzadas de diagnóstico por imagen como la TC o resonancia magnética (RM). Los cambios observados en la TC (presencia de una lesión expansiva en la bulla timpá- nica que no siempre capta contraste, cam- bios líticos en las paredes ventrales de la bulla, osteoproliferación, lisis de la porción petrosa del hueso temporal, y esclerosis de la articulación temporomandibular) pue- den ser considerados altamente sugestivos de la presencia de un colesteatoma, siendo su conjunto una herramienta clave en el diagnóstico [10,19].En un 70 % de los casos se observa realce del contenido de la cavi- dad timpánica [10].Mediante RM se puede observar un agrandamiento importante de las bullas timpánicas que contienen mate- rial isointenso a la sustancia gris cerebral en secuencias ponderadas en T1 y de intensi- dad mixta en secuencias ponderadas en T2


y FLAIR (Fluid-attenuated inversion reco- very). El contenido de la bulla no se realza tras contraste pero el revestimiento de la bulla lo puede hacer de manera parcial [11].


Tratamiento El tratamiento quirúrgico es la única


opción a largo plazo [10]. Se han descrito distintas técnicas de abordaje de la bulla timpánica, con el objetivo común de elimi- nar su epitelio de recubrimiento [10,17, 20]. El porcentaje de éxito de la ablación total del conducto auditivo junto con osteoto- mía lateral de la bulla timpánica en com- paración con un abordaje ventral a la bulla como tratamiento del colesteatoma, aún no ha sido establecido [8]. Sin embargo, la pri-


mera técnica elimina la necesidad de poste- riores tratamientos médico-tópicos del oído, lo cual supone una ventaja en los casos en los que existe una otitis externa concomi- tante [8,10,16].


Pronóstico El porcentaje de recidivas es alto (40 %)


y generalmente tienen lugar entre los dos y trece meses después de la cirugía [8].Diver- sos autores consideran el tratamiento qui- rúrgico temprano como curativo asociando la recurrencia a una enfermedad avanzada con signos tales como dificultad para abrir la mandíbula, signos neurológicos o pre- sencia de lisis ósea en la TC [10,11,16].Para reducir al máximo el porcentaje de fallo


terapéutico se debe realizar una correcta exposición de la cavidad timpánica para la exéresis completa de los detritos queratini- zados y del epitelio estratificado. En el caso descrito, a pesar de la croni-


cidad de los signos y los cambios óseos observados en la TC, los resultados de la


cirugía fueron satisfactorios. El láser CO2 gracias a la fotovaporizacion del epitelio de revestimiento de la bulla permite eli- minar de forma más segura cualquier tipo de detritus reduciendo el dolor y el edema posoperatorios [6].o


Bibliografía disponible en www.argos.grupoasis.com/bibliografias/ colesteatoma163.doc


Figura 2. TC, imagen transversa. Se aprecia una bulla timpánica derecha completamente ocupada por contenido isoatenuante que no capta con- traste. El tamaño de la bulla está aumentado y se aprecia un adelgazamiento de la pared libre, así como una lisis y ausencia del laberinto óseo (flecha naranja), consistente con una lesión expansiva a este nivel. El material isoatenuante que obstruye la bulla se extiende hacia el conducto auditivo exter- no a través de la membrana timpánica (no visible).


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