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cultura teatro la obra ‘The Suit’ Peter Brook trae a España


Sophiatown, referente de la resistencia cultural de la Sudáfrica negra, se hace presente en el montaje de uno de las figuras más influyentes del teatro contemporáneo.


ATREZO


Peter Brook, defensor del


minimalismo en el atrezo, recrea la atmósfera de ese barrio pobre en el centro de Johannesburgo


de la primera mi- tad del siglo XX -donde se vivió una eclosión


cultural y surgió


la resistencia anti Apartheid- con


apenas unas sillas y unos percheros.


AURORA MORENO /MADRID L 38


a Sudáfrica de los años 50, con So- phiatown como referente cultural y artístico, se hace presente ‘The Suit’, la obra que Peter Brook, una de las figuras más influyentes del teatro eu- ropeo contemporáneo, ha llevado por


todo el mundo y que el mes pasado visitó Madrid. Con la ayuda de tan solo unas cuantas sillas y


unos pocos percheros, Peter Brook, adalid del deco- rado y el atrezo mínimo, es capaz de transportarnos a la primera mitad del siglo XX, a ese barrio pobre en el centro de Johannesburgo, con sus calles ape- nas asfaltadas, los autobuses siempre atestados de gente y unos baños comunales compartidos entre decenas de vecinos. Un barrio en el que a pesar de todo, y antes de su destrucción por las autoridades


del Apartheid, se vivió una inmensa eclosión cultural de la que salieron numerosos artistas y donde surgió el primer germen de la resistencia anti Apartheid. Es en ese contexto trágico en el que se desarrolla


la obra - basa en la novela homónima del sudafrica- no Can Themba - donde una joven pareja vive su pro- pio drama. Philemon (William Nadylam) un hombre vital y rebosante de felicidad, locamente enamorado de su mujer, descubre con estupor que su esposa le ha estado engañando. Les sorprende una mañana y en su precipitada huida, el amante deja olvidado su traje sobre una silla. Este traje sirve al marido para orquestar su castigo, una penitencia humillante que desemboca para Mathilda (la cantante nacida en Soweto William Nadylam) en un fatal desenlace. Un castigo absurdo como metáfora quizás del


absurdo del Apartheid, donde un negro podía es- tudiar derecho pero apenas podía ejercerlo; donde


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