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A NUEVA FRONTERA DE LAS CAMPAÑAS DIGITALES
zante en activista, aspecto crucial en toda campaña. Entre otras variables, informa de la actividad reciente del equipo, el número de miembros, próximos eventos, mensajes personales, recursos y grupos. Asimismo, permite realizar llamadas por teléfo-
no en favor del candidato para convencer a indeci- sos. Se selecciona un tema y un área; por ejemplo, la polémica ley de reforma sanitaria. Antes de comen- zar, se le recuerda al voluntario la importancia de ser cuidadoso con el lenguaje, y se le invita a centrarse en su historia personal para encontrar puntos en co- mún con la persona con la que va a hablar. Ya sólo queda marcar y hacer cuantas más llamadas, mejor. Cada usuario puede establecer también peque-
ñas campañas de recaudación de fondos, en las que él establece sus objetivos recaudatorios. Y, en la par- te inferior de esta bestia de la tecnología electoral, aparece un apartado de números, donde el usuario puede ver su actividad hasta el momento: número de votantes registrados, llamadas telefónicas reali- zadas, puertas a las que ha tocado, nuevos Latinos por Obama que ha conseguido, tweets enviados, retweets de campaña… la lista es larga. ¿Qué hay detrás de todo eso? Un sistema infor-
mático que permite a la campaña monitorear todo, y evaluar con números reales el desempeño de sus vo- -
terés, etc. Crúcese esta valiosa información con mapas implementados por empresas de geomárketing (que segmentan a los votantes calle por calle, bloque por bloque), y el control es total. Ya no hay excusa para no tocar la puerta clave que dará la victoria al candidato. Y, teniendo en cuenta lo ajustadas que están las en- cuestas, sobre todo en los Estados clave, luchar cuerpo a cuerpo por cada voto de los indecisos será clave. Es interesante detenerse brevemente en este as-
pecto, pues establece la que quizá sea la diferencia principal entre las campañas online de Romney y Obama. El primero tiene un buen desempeño web, pero el segundo apuesta decididamente por Inter- net para realizar una campaña de base. Romney es creativo en la web, pero está fallando en hacer que converjan en su red todos los grupos republicanos o pro-republicanos (Tea Party, etc). Unos colectivos que sí son activos en Internet (y que además están muy preocupados con la marcha del país), pero es- tán desconectados entre sí. Todos juntos sumarían un huracán digital muy difícil de contrarrestar. En cierto modo, este ciclo electoral pone pues
campañas (televisión e información por cuantos más canales, mejor -siendo Internet otro más-) y la nueva: aprovechar la tecnología para hacer que no sea un anuncio el que te convenza de que votes por el candi- dato X, sino un amigo que colabora en una campaña o te envía algo por Facebook. Después de todo, lo que nos diga un amigo o familiar siempre tendrá más re- levancia que cualquier mensaje televisivo.
CREATIVIDAD AL PODER Tocar la puerta correcta (o aparecer en el muro de Fa- cebook adecuado) es clave, pero hace falta más para hacer una buena campaña digital. El mensaje y la creatividad son claves, y el carácter multimedia de la web permite como ningún otro espacio la innova- ción. Ambas campañas están desplegando un sinfín
vídeos… multitud de recursos creativos para comuni- car el propio mensaje y los ataques al contrario. Por parte de la campaña de Obama, cabe desta-
car la calculadora de impuestos de Romney. Introdu- ciendo tus ingresos anuales dice cuánto te ahorras con Obama y cuánto se encarecerían los impuestos con Romney. “La típica familia americana con niños pequeños ahorró 3.600 dólares durante los últimos años bajo la presidencia de Obama. Con Romney pagaría más de 2.000 dólares en comparación con el
En cuanto a la campaña de Romney, es reseña-
ble “OIW: Obama isn’t working” (Obama no está trabajando), un mantra que la campaña republi- cana lleva meses repitiendo. En una web distinta de la principal, se hace énfasis en el impacto eco- nómico causado por las medidas del presidente los últimos cuatro años. Especialmente interesante es el apartado de historias, muy bien diseñado y que cubre un abanico de temas muy amplio. Ambas campañas tienen también en sus webs
“equipos de la verdad”, un apartado donde ofrecen las cifras y los hechos de los acontecimientos “tal y como son”, tratan de desarmar los ataques del con- trario y dan fe de las promesas cumplidas.
BLOGS, EMAILS Y VÍDEOS WEB Queda pues claro que el chasis de la campaña digi- tal es una buena web. Sin embargo, hacen falta el volante, el interior, el tubo de escape, etc, para que la máquina online funcione adecuadamente. Entre estas piezas necesarias destaca el blog,
la bitácora de campaña que registra el día a día de la actividad de los candidatos, destaca la labor de voluntarios en lugares clave, etc. El blog muestra como ningún otro apartado lo viva que está una campaña. Tanto el de Obama como el de Romney publican varios posts al día. En el caso del presiden- te, su blog es asimismo fuente de organización y de formación de los voluntarios, ya que en él se ofre- cen consejos sobre cómo tocar las puertas de las casas, realizar llamadas por teléfono, etc. Otro apartado importante de la campaña online
es el email. Ya en 2008 fue herramienta importan- te, pero en este ciclo electoral ha cobrado una fuer- za inusitada. Y es que es probablemente el vehículo de recaudación de fondos más importante en In- ternet. Aquí han surgido todo tipo de estrategias y se han reforzado otras. Una de las más sonadas es el “moneybomb” (bomba de dinero), utilizada por
Septiembre • Octubre 2012 Septiembre · Octubre 2012
Tocar
la puerta correcta
(o aparecer en el muro de Facebook adecuado) es
clave, pero hace falta más para
hacer una buena campaña digital. El mensaje y la creatividad son
claves, y el carácter multimedia de la
web permite como ningún otro espa- cio la innovación.
¿Qué
hay detrás de todo eso?
Un sistema
informático que permite a la cam- paña monitorear
todo, y evaluar con números reales el desempeño de sus voluntarios, áreas
se genera más interés, etc.
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