Entre la Injerencia y la Irrelevancia
con las normas electorales vigentes en el Código Elec- toral, la Constitución Nacional y las Resoluciones de las autoridades electorales del país. O sea, los referentes o criterios que se utilizan para observar y evaluar el pro- ceso no son extranjeros, son nacionales. También se usan criterios universales de transparencia, imparciali- dad e integridad electoral, así como de valores y prácti- cas democráticas establecidos en la CDI/OEA. Las MOEs “integrales” Las MOEs más efectivas y relevantes son aquellas de- nominadas “integrales” (al contrario de la mera pre- sencia o acompañamiento el día de la votación), por- que están compuestas por observadores imparciales con capacidad técnica/polítca, porque llegan al país con sufi ciente antelación y porque cumplen a cabali- dad sus funciones “técnicas” y “políticas” durante las tres etapas de todos proceso electoral: La pre-elec- toral, la del día de los comicios, y la post-electoral. La Función “Técnica.” En la etapa pre-electoral, la MOE analiza las leyes y procedimientos que regulan el proceso; se reúne con todos los actores relevantes del proceso; sigue la preparación y organización del evento, incluyendo, entre otros el cronograma electo- ral; observa el desarrollo de la campaña electoral y ac- tividades proselitistas, así como los gastos del estado o del ofi cialismo; presencia reuniones y negociaciones entre los partidos políticos con las autoridades elec- torales; analiza la tecnología electoral y está presente en pruebas, simulacros y auditorías de ésta, y verifi ca la existencia de controles y blindajes apropiados. Tam- bién coordina actividades con observadores de otras organizaciones internacionales y nacionales. En el día de las elecciones, se observa la votación y el escrutinio en el mayor número posible de lugares de sufragio; se presencia el conteo de los votos y la trans- misión de resultados; se sigue el traslado y recepción de expedientes (y resultados) electorales desde los si- tios de votación al centro de cómputo regional y na- cional; se ejecuta un “conteo rápido” o proyección de resultados en base a una muestra científi ca de resulta- dos de mesas. Este último es un importante y preciso instrumento para verifi car de resultados ofi ciales en elecciones presidenciales especialmente. Las actividades de la MOE continúan en el período post-comicios con la observación de la recepción de las actas de escrutinio en los locales electorales y el tratamiento que las autoridades dan a las impugna- ciones o denuncias de irregularidades que se pudie-
ran haber cometido. También se la da seguimiento al juzgamiento de las elecciones por la autoridad competente, a la proclamación de los candidatos, y la asunción de las autoridades elegidas. Estas funcio- nes se describen en documentos e informes de MOEs/ OEA (
http://www.oas.org/es/sap/deco/default.asp). La Función “Política.” Para algunos escépticos de las MOEs, el sólo observar técnicamente el proceso electoral no contribuye mucho a la confi abilidad de las elecciones, y por ello con frecuencia hay ciuda- danos que demandan un mayor protagonismo de la Misión para desenmascarar y prevenir el “fraude.” Sin embargo, la experiencia indica que las labores “técnicas”, cuando son rigurosas e imparciales, lo- gran la aceptación de la Misión y sirven de sustento y garantía para realizar otras tareas más “políticas.” Estas se evidencian a partir del establecimiento de relaciones fl uidas con las autoridades gubernamen- tales, electorales y partidarias para generar la mayor tranquilidad, razonabilidad, integridad y transparen- cia posible en el proceso electoral, particularmente cuando existe un clima de polarización y desconfi an- za política entre los protagonistas. La contribución “política” de la MOE comienza con su llegada. Su mera presencia en el país abre una venta- na al mundo, por la cual nadie quiere aparecer como incompetente para organizar elecciones, como into- lerante, violento, fraudulento o poco democrático. El saberse observado estimula la buena conducta. Al aparecer en escena, la Misión ya actúa como un factor disuasivo o preventivo de posibles violaciones a las reglas de juego establecidas. Durante su estadía, la MOE se contacta con todos los protagonistas para explicarles sus funciones, cono- cer sus perspectivas y ponerse a su disposición para colaborar en el proceso; recibe denuncias de irregu- laridades, las transmite a las autoridades pertinentes y le da seguimiento al tratamiento de las mismas -pero no las resuelve por sí sola ni actúa como policía electoral. Con frecuencia, la Misión es llamada para facilitar el acercamiento entre partes antagónicas en el manejo de diferencias o confl ictos, para obtener y transmitir información, y para esclarecer situaciones confusas o contradictorias. A veces opera discreta- mente para prevenir irregularidades o intentos de violentar el proceso; y su valor aumenta en situacio- nes de alta competitividad electoral y de cercanía en las encuestas y los resultados, al igual que
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