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Ensayo sobre las Encuestas del Siglo XXI


Este nuevo siglo ha traído una cauda de suspicacias respecto de las encuestas, a grado de que cada nuevo proceso electoral es un viacrucis para los otrora orgullosos Encuestólogos, que llegaron incluso a fantasear con la infalibilidad.


necesariamente una encuesta mal realizada, ni una encuesta que acierta en sus predicciones es ne- cesariamente una encuesta bien realizada.


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LIMITACIONES DE LA ENCUESTA ACTUAL


El mundo de las encuestas y el mundo de la calidad, tienen en común su raigambre conceptual en la Ciencia Estadística y la escasa presencia de profesio- nales de la estadística en estas actividades, que por lo común son desarrolladas por otro tipo de especia- listas. Esto ha determinado defi ciencias notables en sus aplicaciones específi cas. En el caso de las Encuestas, a pesar de las defi - ciencias que más adelante precisaremos, se había conseguido una relativa credibilidad como conse- cuencia de predicciones electorales acertadas, par- ticularmente durante la segunda parte del siglo XX, pero este nuevo siglo ha traído una cauda de sus- picacias respecto de las encuestas, a grado de que cada nuevo proceso electoral es un viacrucis para los otrora orgullosos Encuestólogos, que llegaron inclu- so a fantasear con la infalibilidad.


A. LIMITACIONES POR CUANTO A LA MANERA EN QUE POR LO COMÚN SE REALIZAN. Las defi ciencias más notables de las encuestas


actuales son las siguientes: a) La aleatorización, que sigue siendo el talón de Aquiles de las encuestas. Se confunde la idea de aleatorizar con la de dispersar, y se vive la fantasía de que una muestra será representativa de la población que se desea estudiar, si se ajustan las proporciones de otras variables tales como las demográfi cas. Los galimatías que aparecen en las fi chas meto-


dológicas de nuestros Encuestólogos, no aparecen en ningún libro de muestreo.


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b) Los márgenes de error al 95% de confi anza son otra defi ciencia. En principio porque la condición exi- gida para estar en capacidad de calcularlos es la alea- torización. Por otra parte se tiene la idea equivocada de que el margen de error corresponde a la encuesta toda, y por ende a todas y cada una de las estimacio- nes, cuando en verdad tenemos tantos márgenes de error como estimaciones. Esto es, si en una pregunta las respuestas son: Sí, No y No sé, entonces tendre- mos tres estimaciones y tres márgenes de error. Si el cuestionario de la encuesta constara de 10 preguntas con tres opciones de respuesta cada una, tendríamos 30 estimaciones y 30 márgenes de error. c) Imprecisión en la asignación de empates técnicos. Esto es consecuencia de lo anterior, pues la impreci- sión en los márgenes de error conlleva imprecisión en la declaración de empates técnicos. Una ilustra- ción de un empate técnico se puede apreciar en la siguiente liga sobre el pasado proceso electoral en el estado de Durango. http://www.youtube.com/ watch?v=CzLZDZjQtac d) Fantasías como el too close to call. Las defi ciencias estadísticas de nuestros Encuestólogos los llevan a postular conceptos curiosos tales como el referido. Por too close to call ellos quieren decir que la dife- rencia entre las estimaciones para dos candidatos es tan pequeña que no se puede afi rmar de manera razonable cuál de ellos tiene más posibilidades de triunfar. Esta graciosa forma de presentar los resulta- dos los exime de confrontar sus predicciones con los resultados electorales. Los encuestadores deben siempre publicar sus


predicciones junto con sus márgenes de error. Si en el contraste de una predicción con el resultado elec- toral observamos una discrepancia menor al margen de error correspondiente, entonces esa predicción será acertada, si la discrepancia es mayor entonces será una predicción errónea.


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