68 EN PORTADA / INTERVENCIONES EN TRAUMATOLOGÍA
El uso de la artroscopia para el diagnós-
tico y tratamiento de la displasia de codo, especialmente en los casos de FPC y OCD ha supuesto un avance con respecto a los métodos tradicionales, ya que el examen de la articulación es más completo que con la artrotomía, el resultado a largo plazo es mejor, las secuelas artrósicas que general- mente se producen son menores y, sobre todo, la recuperación es espectacularmente más rápida que con cirugía convencional.
Artroscopia en el proceso ancóneo no unido Esta patología puede diagnosticarse ade-
Figura 3. Aspirador de suelo para artroscopia.
coronoides si es el cubito el que crece más que el radio. En otras ocasiones esta asin- cronía acaba provocando incongruencia de codo. Para tener un diagnóstico correcto de-
bemos emplear de manera combinada el TAC y la artroscopia, porque en determi- nados casos solo tendremos lesión en el hueso subcondral, casi sin lesión en el cartílago, que solo podemos diagnosticar mediante TAC. En otros casos unicamente vamos a encontrar una leve lesión en el cartílago, que no será vista en TAC, pero que podemos apreciar durante la explora- ción artroscópica. Además de la displasia de codo existen
otras patologías de posible origen gené- tico en las que la artroscopia puede ser de ayuda: la enfermedad del epicóndilo medial y la osificación incompleta del cóndilo humeral. El resultado final de cualquier forma
Figura 5. Portales para codo.
de DC es la osteoartrosis. De hecho, la IEWG (Grupo de Trabajo Internacional del Codo) considera que el simple ha- llazgo de artrosis de codo en un perro de raza predispuesta, especialmente si
Figura 4. Soporte para pesas.
es bilateral, debe ser considerado como probable displasia de codo, incluso aun- que la forma primaria de displasia no haya sido identificada. La clasificación de los distintos grados de displasia se hace principalmente en función del tamaño de los osteofitos de la mencionada artrosis. Los métodos diagnósticos para la DC
comprenden radiografía, resonancia mag- nética, tomografía computerizada o es- cintigrafía. Sin embargo, la técnica con mayor especificidad y sensibilidad es la observación directa mediante artroscopia. No obstante, existen determinados casos en los que las lesiones son microfisuras subcondrales sin lesión del cartílago, por lo que no se ven en artroscopia y sí en el TAC. Por lo tanto podemos concluir que son las técnicas más útiles para el diag- nóstico de las patologías de codo y que son complementarias.
cuadamente mediante un estudio radioló- gico. La indicación de la artroscopia en el tratamiento de NUPA se basa principalmen- te en el estudio completo de la articulación, ya que existe un 16 % de casos en los que coexiste NUPA con FPC. Un planteamiento correcto puede ser recomendar la artrosco- pia unos días después de la cirugía abierta de la NUPA (osteotomía cubital proximal más fijación con tornillo) para evaluar si la separación del ancóneo con el cúbito ha desaparecido y para explorar y tratar si fue- ra el caso el proceso coronoides.
Artroscopia en la fragmentación del proceso coronoides medial Existen multitud de presentaciones dife-
rentes para esta patología: desde los casos en los que apreciamos un fragmento im- portante fracturado, hasta aquellos en los que solo podemos ver una pequeña fisura o zona de condromalacia en el cartílago, e incluso otros en los que la lesión está en el hueso subcondral y el cartílago está prácticamente intacto. El diagnóstico ex- clusivamente radiológico, sin la ayuda de técnicas de diagnóstico por imagen avan- zado es muy complicado, y seguramente
El hallazgo de artrosis de codo en un perro de raza predispuesta,
especialmente si es bilateral, debe considerarse probable displasia, incluso aunque la forma primaria de displasia no haya sido identificada.
supone un gran porcentaje de fracasos o de diagnósticos tardíos que empeoran os- tensiblemente el pronóstico a largo plazo. En algunas ocasiones existen amplias
zonas, tanto en el proceso coronoides como en el cóndilo medial en las que ha desaparecido completamente el cartílago articular (kissing lesion), lógicamente con un pronóstico peor; en otros casos existe fragmentación del proceso coronoides y OCD asociada. Por esta razón no podemos aplicar un tra-
Figura 6. Coronoides fragmentado y lesión de rozamiento en cóndilo medial.
Figura 7. Condromalacia del cartílago en zona coronoides.
Figura 8. Huso subcondral expuesto en cóndilo medial y zona de coronoides por lesión extensa.
tamiento artroscópico estándar para todos los casos. Cuando tenemos un fragmento claramente evidenciable podemos extraerlo, tras separar las adherencias que suele tener al compartimento medial, mientras que si las
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