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58 FORMACIÓN CONTINUA


el potasio está ligeramente por debajo de su valor mínimo. La falta de leucocitosis y de anomalías bioquímicas favorece el pronóstico. No hay indicaciones de sep- ticemia o endotoxemia (consecuencias fatales en las obstrucciones intestinales).


Diagnóstico presuntivo Criptorquidismo unilateral y obstrucción


intestinal proximal, con o sin relación con la primera patología. Vistas las condiciones del paciente, se decide proceder con una laparatomía.


Intervención quirúrgica Al abrir la cavidad abdominal por la línea


alba destaca la presencia en abdomen de líquido libre de carácter seroso, no malo- liente, amarillento y transparente. Al espec- trofotómetro, dada su baja concentración de proteína, se clasifica como trasudado modi- ficado. Se inspeccionan primero visualmen- te y luego al tacto todos los órganos: el bazo muestra un aumento de volumen, mien- tras el hígado y el páncreas presentan sus morfologías normales. El intestino delgado muestra a lo largo de todo su recorrido for- maciones a nivel de subserosa con aspecto de pápulas, duras y del mismo color del in- testino fisiológico; los ganglios mesentéricos están agrandados y los vasos mesentéricos presentan hiperemia (figura 5).


La interpretación anatomopatológica


de estas lesiones efectuada por el De- partamento de Anatomía Patológica de la Universidad de Murcia refiere una hi- perplasia del tejido linfoide asociada a la mucosa (GALT), secundaria a los cambios homeostáticos creados por la obstrucción (respuesta a la proliferación bacteriana). El diámetro entérico se incrementa no-


tablemente al continuar el recorrido en dirección caudal debido al contenido líquido-gaseoso, hasta que aparece una tracción de un tramo intestinal por par- te del omento. Esta porción se presenta como un cordón muy tenso que entra por el anillo inguinal y arrastra por el mismo orificio parte del intestino; las ad- herencias impiden evaluar bien la anato- mo-topografía (figura 6). Con este hallazgo se diagnostica una


encarcelación intestinal a nivel del canal inguinal, donde está presente parte del testículo ectópico. Se decide efectuar en primer lugar la extirpación del testículo criptórquido para después identificar el anillo inguinal y evaluar la comunica- ción con el abdomen. Se incide la masa y se desbridan piel y tejido subcutáneo. Se aísla una estructura alargada con dos dilataciones en los extremos; la caudal se separa fácilmente (gubernaculum del primordio de testículo), mientras que la craneal (compuesta hipotéticamente por el plexo pampiniforme, el conducto


deferente y la cabeza del epidídimo) en- tra dentro de la cavidad abdominal. Esta misma estructura craneal crea una íntima adherencia con el intestino herniado en el canal inguinal. Se desbrida finalmente el intestino de esta entidad, se hace una ligadura de masa al cordón craneal del testículo y se extirpa la masa introducien- do el muñón ligado dentro del abdomen. Se identifica finalmente el anillo inguinal. La reparación de la hernia inguinal está dificultada por las muchas adherencias que impiden identificar los márgenes del anillo interno y externo; identificadas las estructuras (anillo interno, vasos puden- dos, nervio genitofemoral, proceso vagi- nal y conducto deferente, cremáster y ar- teria testicular y anillo externo) se cierra el defecto con puntos sueltos en patrón cruzado con material no absorbible (Mi- ralene N1) (figura 7). En este caso la situación que se presenta


Figura 4. Neumocistografía.


no permite definir realmente un saco her- niario puesto que la cantidad de intestino que está en el canal inguinal es mínima y el espacio está ocupado en su totalidad por el testículo. Se trata de una hernia in- guinal definida como indirecta (la víscera se ha herniado dentro de la vaginal sin


crear una evaginanción aparte representa- da por una saco peritoneal, lo que sería una hernia directa). El defecto cutáneo inguinal se sutura previa colocación de un drenaje. A continuación, la cirugía se centra en la reparación del daño intestinal y en la realización de una enterectomía termino-terminal. El tramo de intestino en- carcelado en el canal inguinal y adherido al primordio del testículo es inviable. La enterectomía se realiza siguiendo el pro- ceso clásico con exéresis de la parte ne- crosada, anastomosis con puntos sueltos reabsorbibles y colocación a lo largo de la sutura de un parche de omento. Se sutura la incisión mediana de abdomen en capa seromuscular, subcutáneo y piel.


Evolución posquirúrgica La evolución después de la interven-


ción es buena y rápida. Se mantiene el ayuno 24 horas, asegurando el equilibrio hidroelectrolítico por medio de lactato de Ringer, aminoácidos, vitaminas, ranitidina y maropitant. La analgesia y el eventual daño de reperfusión se cubren con Flu- nixin Meglumine; la antibioterapia de am- plio espectro se realiza con enrofloxacina


Figura 5. Hiperplasia del tejido linfoide asociado al intestino (GALT). 137


Figura 6. Testículo criptórquido y porción intestinal encarcelada.


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Daleen Loest/shutterstock.com t


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