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del conducto linfático torácico, o a un fallo cardiaco derecho que provocará un fallo congestivo (taponamiento cardiaco). La linfangiectasia primaria se limita nor-
malmente al intestino, aunque a veces se presenta junto con otros trastornos linfá- ticos como quilotórax. Este tipo de lin- fangiectasia es considerada una patología congénita a pesar de que los signos clí- nicos pueden no aparecer desde el naci- miento. Los Yorkshire Terrier y los Whea- ten Terrier de pelo duro, parecen estar racialmente predispuestos. Esta alteración no se ha descrito en gatos.
Tratamiento médico y evolución del paciente
En cuanto al tratamiento médico es de
vital importancia el reconocimiento del proceso como primario o secundario. Si nos encontramos ante un proceso secun- dario el tratamiento se encamina a la re- solución de la causa o causas desencade- nantes (p. ej.: pericardiocentesis, si fuera secundaria a un taponamiento cardiaco).
El duodeno mostraba gotas de material quiloso blanquecino, resultado de la distensión de las vellosidades.
El tratamiento en un proceso primario es
de soporte y sintomático y está encamina- do básicamente a disminuir la pérdida de proteínas, a resolver la inflamación asocia- da y a controlar los edemas o las efusiones. El manejo dietético y los glucocorticoi-
des son los tratamientos principales. Las dietas bajas en grasas, altamente ca-
lóricas y digestibles son las más adecuadas; la complementación con vitaminas liposo- lubles también ha dado buenos resultados. Los corticoides (prednisolona 0,5-1 mg/
kg/P.O./BID) tienen buena respuesta, principalmente cuando el proceso es se- cundario a un proceso inflamatorio. Asimismo se pueden instaurar terapias
puntuales si el paciente lo necesita: uso de diuréticos para controlar efusiones graves, administración de plasma o coloides para la solución a corto plazo de una hipoalbu- minemia marcada, etc. Estos pacientes tienen un pronóstico
reservado e incierto dada la imprevisible respuesta al tratamiento. La resolución de los síntomas se puede alcanzar de forma temporal (meses, incluso años), pero a la larga los pacientes tienden a desarrollar malnutrición crónica, efusiones graves, diarreas incontrolables o hipoproteine- mias fulminantes.
Conclusión Nuestra paciente presentaba linfan-
giectasia secundaria a un proceso infla- matorio crónico intestinal, ya sea por dis- bacteriosis o algún tipo de intolerancia dietaria o hipersensibilidad. Las alteraciones de la mucosa gástrica
eran moderadas, con signos de cronifi- cación y probablemente secundarias a la grave lesión inflamatoria localizada en el intestino delgado. o
Bibliografía
BSAVA Manual of Canine and Feline Gastroenterology (BSAVA British Small Animal Veterinary Association). Second edition, Edward Hall (Editor). Handbook small animal gastroenterology. 2003, Else- vier Science. Textbook of Veterinary Internal Medicine, 7th Edition, Volume 2. By Stephen J. Ettinger, DVM, DACVIM and Edward C. Feldman, DVM, DACVIM.
Agradecimientos • Clínica Veterinaria San Martín de la Vega
137 Figuras 3 y 4. Gotas de material quiloso en el duodeno.
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