60 FORMACIÓN CONTINUA
Consideraciones posquirúrgicas
Una vez finalizada la cirugía, des-
pués de la recuperación anestésica del paciente, se comprueba que la presión intraocular (PIO) sea correcta. Tras este examen, se le proporcionan al propieta- rio todas las pautas e instrucciones nece- sarias para el posoperatorio:
• Se realizarán controles ambulatorios, a
las 24 h, 48 h, 72 h, a la semana, etc., depen- diendo de las necesidades de cada paciente. • Al día siguiente se realizará un nue-
vo control, comprobando con especial interés que: - la producción de lágrima sea correcta
(existe la posibilidad de que los perros dia- béticos desarrollen una QCS después de la cirugía de cataratas); - la PIO sea normal y que no se desarro-
lle un glaucoma; - el estado del fondo de ojo y de la lente
intraocular (si se ha podido llevar a cabo su colocación) sea el correcto. • Una vez realizado el examen se ad-
Figura 8A. Catarata diabética intervenida con lente intraocular plegable. Cápsula posterior limpia.
ministrará una nueva dosis del antibiótico (cefalosporina/quinolona) y del antiinfla- matorio AINE (flunixín meglumina/meta- cam) utilizados el día anterior en la cirugía, y se instaurará el tratamiento ambulatorio, tópico y oral; para ello se utilizarán coli- rios antiinflamatorios con corticoides y antiinflamatorios orales (meloxicam, car- profeno). Además se administrará un tra- tamiento antibiótico, tanto tópico como oral, durante 10 días para cubrir el riesgo de infecciones posquirúrgicas. • El paciente deberá llevar siempre el co-
llar isabelino durante los 15 primeros días, puesto que éste se considera una herra- mienta fundamental para preservar la cali- dad de la cirugía. Además, se deben evitar en lo posible movimientos y ejercicios brus- cos, algunos habituales en la vida cotidiana como jugar a la pelota o con otros animales.
Complicaciones posquirúrgicas
Figura 8B. Catarata diabética intervenida con lente intraocular plegable. Eje óptico limpio. Se puede ver la perfecta coaptación de la lente a la cápsula posterior.
Las complicaciones posquirúrgicas clí-
nicamente más frecuente son el glauco- ma y la separación retinal, generalmente secundarias a la uveítis [9]. La opacidad de la cápsula posterior es más frecuente en ojos sin lente intraocular que con ella [7,8], ya que el contacto de la lente con la cápsula posterior, dificulta la migración celular a partir del epitelio del cristalino (figuras 8A, 8B y 8C). Las complicaciones a largo plazo es-
Figura 8C. Catarata diabética intervenida con lente intraocular plegable. El eje óptico se mantiene limpio por la lente. Se pue- den ver opacidades periféricas donde la lente no contacta con la cápsula posterior.
tán más relacionadas con la DM que con la catarata; así, encontramos el desarro- llo de hiposecreciones lacrimales y de la retinopatía diabética (RD). Esta última es una complicación que se presenta con una menor frecuencia que en Humana y no está bien conocida en el perro. Puede observarse en perros diabéticos de larga evolución y con frecuencia des- pués de varios años de haber sido in-
Figura 9. Retinopatía diabética en un perro intervenido de cataratas tres años antes.
tervenidos de catarata (figura 9). La RD en el perro afecta primariamente a los vasos retinales, con pérdida de pericitos desde la pared vascular, con formación de microaneurismas y hemorragias de escasa intensidad [2]. La arterioesclerosis parece desempeñar
un papel relevante en los perros diabéti- cos e hipotiroideos. Los perros con arte- riosclerosis parecen tener 51 veces más posibilidades de padecer diabetes que los no arterioscleróticos [3].
Resultados de la cirugía de la catarata diabética
Como en todas las cirugías, el resultado
está directamente relacionado con el esta- do inicial del globo ocular/catarata, el mé- todo quirúrgico empleado, la experiencia del cirujano y del tratamiento y los cuida- dos posoperatorios. El éxito quirúrgico en las cataratas
diabéticas es, en general, óptimo ya que al ser de rápida evolución, son diagnos- ticadas precozmente (la ceguera súbita que provocan es bien detectada por los propietarios del paciente), por lo que el estado de las cataratas es el adecuado para la intervención.
La protección del ojo intervenido mediante collar
isabelino es imprescindible para evitar la automutilación; también debe evitarse la relación con otros perros ya que tenderán a lamer el ojo intervenido.
La experiencia del cirujano es un factor
importante, particularmente en el manejo de la capsulorrexis (las cápsulas más elás- ticas de las cataratas diabéticas, tienen más tendencia a ocasionar desgarros periféri- cos y rupturas que en otros tipos de catara- tas, con las consiguientes complicaciones [4]). La colocación de lentes intraoculares, ocasiona mejores resultados visuales y re- duce en general las complicaciones como el glaucoma; de igual forma, reducen la opacidad de la cápsula posterior. En el caso de fuerte uveítis facolítica, puede es- tar contraindicada la colocación de lente. La protección del ojo intervenido median-
te collar isabelino es imprescindible para evitar la automutilación en el paciente; de igual forma, debe evitarse la relación con otros perros, particularmente si conviven varios juntos, ya que tenderán a lamer el ojo intervenido. El tratamiento antibiótico es de vital importancia dado el mayor riesgo de infección, respecto a cataratas no dia-
121
béticas, a pesar de ser extraordinariamente infrecuentes las endoftalmitis. El control de la glucemia es importante para reducir el im- pacto de la vasculopatía diabética en el ojo a largo plazo. Si el resultado de la cirugía de cataratas en el perro es bueno o muy bueno en el 90% de los casos, en las cataratas dia- béticas, el resultado bueno o muy bueno es superior al 95% (figuras 10A, 10B y 10C).
Conclusión Las cataratas diabéticas deben consi-
derarse como una urgencia quirúrgica, que suele tener un pronóstico excelente a condición de que la cirugía se realice de forma precoz, con una rápida recupe- ración visual del paciente. Habitualmente ésta se produce en las primeras 24 h y no sólo es un éxito quirúrgico, sino que también supone una recuperación de la movilidad del animal, hecho esencial en la terapia del paciente diabético como ayuda al control glucémico. o
Bibliografía disponible en
www.argos.grupoasis.com/bibliografias/ cataratasdiabeticas121.doc
Figura 10A. Catarata diabética madura.
Figura 10B. El mismo ojo en el posoperatorio 15 días más tarde; lente intraocular rígida. Se aprecia la capsulorexis anterior.
Figura 10C. El mismo ojo dos años más tarde.
t
Page 1 |
Page 2 |
Page 3 |
Page 4 |
Page 5 |
Page 6 |
Page 7 |
Page 8 |
Page 9 |
Page 10 |
Page 11 |
Page 12 |
Page 13 |
Page 14 |
Page 15 |
Page 16 |
Page 17 |
Page 18 |
Page 19 |
Page 20 |
Page 21 |
Page 22 |
Page 23 |
Page 24 |
Page 25 |
Page 26 |
Page 27 |
Page 28 |
Page 29 |
Page 30 |
Page 31 |
Page 32 |
Page 33 |
Page 34 |
Page 35 |
Page 36 |
Page 37 |
Page 38 |
Page 39 |
Page 40 |
Page 41 |
Page 42 |
Page 43 |
Page 44 |
Page 45 |
Page 46 |
Page 47 |
Page 48 |
Page 49 |
Page 50 |
Page 51 |
Page 52 |
Page 53 |
Page 54 |
Page 55 |
Page 56 |
Page 57 |
Page 58 |
Page 59 |
Page 60 |
Page 61 |
Page 62 |
Page 63 |
Page 64 |
Page 65 |
Page 66 |
Page 67 |
Page 68 |
Page 69 |
Page 70 |
Page 71 |
Page 72